Itón Gadol entrevistó durante su transcurso al profesor Gabriel Horenczyk, y al licenciado Marcelo I. Dorfsman, Director Académico de los Programas del Centro Melton y Coordinador Académico de los Programas para Latino América del mismo instituto educativo, quienes estuvieron acompañados por Fany Gerson, representante de dichos programas en América Latina. A continuación un extracto de lo conversado.
El Centro Melton junto con la Agencia Judía brinda en Jerusalem un curso anual de capacitación y perfeccionamiento para profesionales que están trabajando en educación formal y no formal en el área judía, en las diversas comunidades de la diáspora, que tengan como mínimo cinco años de experiencia docente, nivel académico y un buen dominio del idioma hebreo. Ese curso es solventado por la Agencia Judía y sus alumnos, cuando lo culminan tienen la obligación de trabajar en educación formal y no formal durante 3 años en comunidades de la zona geográfica a la que pertenecen, en nuestro caso América Latina. El programa que cursan en Israel es de muy alto nivel e intensivo. El profesor Gabriel Horenczyk, psicólogo social e investigador en temas de identidad judía, nos explica que a los educadores que participan en el programa Menajim Bejirim «se les muestra como es la educación judía en Israel al igual que todo el contexto político, social y económico israelí con toda la complejidad, con toda la problemática que tiene pues piensan que conociéndolas ellos van a poder, al regresar a sus lugares de origen o a donde vayan, ser creíbles. En ese sentido nosotros, en cierto sentido, somos, quizás, bastante aguafiestas porque ellos vienen con una imagen a veces más idealizada de lo que es Israel. Llevamos a los alumnos, desde hace unos cuantos años, a dos giras educativas y en una de ellas los trasladamos a colegios beduinos en localidades que no están reconocidas, que no tienen agua potable, por ejemplo, mostrándole la parte bien problemática, bien difícil de la sociedad israelí. A la vez tratamos de equipar a los alumnos con herramientas educativas, pero también conceptuales, ideológicas que le permitan poder discutir y enfrentar posturas pos sionistas o anti israelíes.
El primer interrogante es porque realizan este Congreso de graduados en Buenos Aires, a lo que el profesor Horenczyk nos respondió que dentro de los egresados latinoamericanos el mayor porcentaje es de Argentina, acotando Fany Gerson que de 66 egresado, 30 están trabajando en Argentina. El profesor Horenczyk agregó que ellos aprendieron que en todos los intentos que llevan realizados para trabajar con los egresados de todo el mundo y mantener una activa relación con ellos, los latinoamericanos, y especialmente los argentinos son los que responden más activamente.
No aclaran que en los últimos 10 años se realizaron un par de conferencias con los egresados en Israel y que también mediante la utilización de Internet se implementa programas de educación a distancia, además se efectuaron conferencias de trabajo y se trasmitió, en forma directa, un Congreso Internacional de Educación Judía que se hizo el año pasado en Israel.
En dicho Congreso, no explica el profesor Horenczyk se trataron temas relacionados con la educación judía, la relación de esta con la comunidad y generales relacionados con la educación.
Marcelo Dorfsman, quien concretó su alía hace 4 años, luego de ser el director de la escuela secundaria Martín Buber respondiendo a nuestro interrogante nos dice que si bien en el mundo judío existen muchas kehilot, de las cuales un importante porcentaje son numéricamente más importantes que las de América Latina, la decisión del Centro Melton de invertir esfuerzos humanos y materiales es consecuencia de la importancia que tienen estas comunidades en término de la educación judía que brindan, que posee un nivel destacable y es una decisión estratégica pues se están haciendo cosas importantes.
Teniendo en cuenta que el Centro Melton y a Agencia Judía le exige a los egresados que vuelvan a trabajar a América Latina 3 años, y que es sabido, por lo menos en nuestro país, que los docentes no están bien pagos, por los menos los de las escuelas primarias y secundarias, como perciben que se sienten los egresados en ese aspecto. Marcelo Dorfsman nos explica que el tema debe dividirse en niveles de participación y de responsabilidad, pues para cualquier profesional el sueldo no se reduce solamente al dinero, que si bien es importante es sólo una parte de la retribución, el resto son buenas capacitaciones, como las que se brindan en el Melton, que además de brindar calidad educativa se preocupa en conseguir los recursos para que esa capacitación pueda brindarse. Una escuela que envía a un coordinador a capacitare y perfeccionarse en el Melton no paga un centavo y para ese docente que concurre un año a Israel para capacitarse y perfeccionarse en el nivel educativo más alto que se puede acceder le significa también una posibilidad de mejora a futuro, pues como el Melton asume la responsabilidad de capacitar, las kehilot y las instituciones locales tienen que asumir la responsabilidad de retribuir.
Lic. Eduardo Alberto Chernizki.
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