Con 24 diputados, los laboristas son la principal fuerza política en el Parlamento, y su salida de la coalición dejaría a Sharon con un apoyo de tan sólo 55 de los 120 miembros de la Knéset.
En estas condiciones, el Ejecutivo deberá aliarse con la extrema derecha de Unión Nacional-Israel Betenu y Jerut, para gobernar.
Se trata de ocho diputados que ya han condicionado su entrada a una política de respaldo masivo a los asentamientos y a la aplicación de «mano dura» contra los palestinos.
En esas condiciones de escaso margen político, Sharón también puede convocar elecciones anticipadas, que se celebrarían en 90 días. Las elecciones generales están previstas en principio para octubre de 2003.
fTE eL mUNDO