Reportaje de la AGENCIA JUDÏA DE NOTICIAS, AJN, al doctor Pablo Lanuse, abogado de la querella de Familiares y Amigos de las Víctimas del atentado a la AMIA.
P.-Cómo ve usted la situación de la investigación del atentado?
L.- Desde lo judicial creo que ha tenido un avance importante en lo referido al esclarecimiento de la faz internacional. En noviembre del años pasado, a raíz de una investigación que hizo la Unidad Especial de Investigación – UEI, a cargo del fiscal Alberto Nisman, se dictaron nueve pedidos de capturas de ocho ciudadanos iraníes y un libanés ordenado por el juez Canicoba Corral y avalado por INTERPOL a excepción de dos personajes allí involucrados, no porque se haya reconocido alguna suerte de inocencia – que no le corresponde opinar a INTERPOL – sino que no se emitieron las «ordenes rojas» de esas personas por las investiduras tenían en el momento de la responsabilidad que tendrían en el hecho, que es en una reunión de agosto de 1993, donde se decidió ejecutar y llevar adelante el atentado, y obedece a uno de ellos era entonces el presidente de la República de Irán y el otro su canciller, pues cree que esas investiduras tienen una suerte de amparo por la representación internacional que ejercen en nombre de un país y por ende tienen que estar fuera de una persecución internacional; postura esta que no comparto. Obviamente, como lo hemos dicho en noviembre pasado, a esta querella, al sector que represento, no nos interesan capturas simbólicas porque nadie gana: ni las víctimas, ni la memoria de las víctimas ni la sociedad argentina que fue la dañada por el atentado. Lo que se requiere son capturas efectivas y por eso es muy importante todo el andamiaje y el trabajo que se hizo en las relaciones diplomáticas y ante INTERPOL de parte del Estado argentino para que se avalara la decisión del juez Canicoba Corral.
P.-Que opina del tema Berro (la identificación del terrorista suicida realizada por la UEI)?
L.-Me parece que fue un avance importante, primero porque liga al suicida con el movimiento terrorista que todos conocemos y está fundado en una información recogida con toda legalidad y dentro del marco probatorio que estas causas se tienen que investigar, donde muchas veces la convicción probatoria no se obtiene con evidencias y testimonios directos sino con presunciones y lo que la fiscalía hizo con buen criterio, y dice en su dictamen, que es establecer matrices de comportamiento. Los fiscales hicieron un trabajo muy interesante de las distintas causas similares en Francia, Alemania, Suiza, donde se atribuyó responsabilidad a funcionarios del gobierno de Irán y a partir de eso se trazó una matriz y en esa matriz encaja el atentado terrorista ocurrido en Argentina el 18 de julio de 1994. Lo del suicida Berro avanzó en esa dirección y permitió vincular a quien condujo la camioneta con el movimiento terrorista cuyos líderes también están con pedido de captura. Ahora, Berro en Argentina no estuvo solo.
P.-Después del anuncio comenzaron las desmentidas, ¿no habrá sido apresurado haberlo anunciado?.
L.-Soy muy prudente en opinar sobre las decisiones que toman los órganos jurisdiccionales, en este caso el Ministerio Público, la Fiscalía. Es un dato que está en la causa, no se anunció antes de obtener la prueba, se hizo la prueba y de informó el resultado. También creo que es muy entendible que quien ante la autoridad judicial reconoció una situación, porque no le queda otra posibilidad que hacerlo pues puede incurrir en el delito de falso testimonio, luego intente despegarse debido a que está involucrando a una estructura que sabemos que si tiene que mandar a matarlo, no va a ser el primero ni le va a correr frío en decidirlo nuevamente. Entonces qué puede esperarse de quien donde debía decir la verdad, dijo la verdad y después donde puede mentir, puede mentir. Que mienta, si lo que va a querer es protegerse, él y su familia.
Pasemos ahora a la conexión local. El presidente de la AMIA, Luis Grynwald afirmó hace un mes que habría novedades. No le vamos a pedir que diga cuales son esas novedades porque no corresponde, aunque usted esté enterado de alguna, le preguntamos si Usted considera que se está trabajando en la pista local.
Tenemos conocimiento de la tarea que está desarrollando la Fiscalía, la que en su dictamen de de fines de octubre del año pasado ya hablan de que están trabajando en la pista local. Sabemos que están trabajando pero no será esta querella la que diga que están haciendo, pues si ha habido otros actores procesales que lo han dicho, prefiero no anticiparme. Esperamos con una prudente expectativa y, obviamente, con una necesidad de saber pues como dije, ni quienes decidieron ni tomaron la resolución en la faz internacional de ejecutar el atentado en la Argentina, ni el señor Berro, actuaron solos. La Argentina necesita, la sociedad necesita, los familiares necesitan, las víctimas necesitan saber quienes fueron, donde encontraron eco, donde se escondió esa gente, que apoyo recibieron, de que intensidad, el por qué de ese apoyo. Esto es muy importante por que ayuda a que no se repita.
La Corte Suprema está considerando el Recurso de Queja al fallo del Tribunal Oral Federal Nº 3. Supongamos que lo avala, qué ocurriría si en la investigación de la conexión local surgen elementos probatorios de que algunos de los imputados que fueron absueltos tuvieron que ver con el atentado.
Pongamos en el terreno hipotético que la Corte le diera la razón al Tribunal Oral y a Casación, y en equis cantidad de tiempo determinamos que uno de esos personajes que estuvieron sometidos a proceso y hoy beneficiados con absolución estuviera involucrado o incluso que ellos mismos confesaran, sabemos – por más que no nos guste – que debemos ser respetuosos del Estado de Derecho y nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo hecho, ni el peor criminal ni nuestro mejor amigo, nadie. Es cosa juzgada la absolución que han recibido.
P.-En el hipotético caso que esto ocurra, Usted y sus colegas de las otras querellas tendrán que estudiar si existen elementos que no fueron planteados en la acusación que motivó el juicio oral.
L.-Hay que esperar, ser muy delicado. El derecho internacional de los Derechos Humanos ha puesto en trance principios que hasta hace unos años eran irrefutables. La prescripción es un derecho del imputado, el paso del tiempo le hace perder al Estado la posibilidad de investigar y perseguir un delito. En el Caso Bulacio, a raíz de lo que dijo la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en un caso de encubrimiento vinculado a ese caso en que Argentina reconoció su responsabilidad para evitar una sanción internacional, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo no se puede alegar la prescripción porque las víctimas tienen el derecho a la verdad y el derecho a la verdad es superior a estos institutos, y por ende, así como el proceso no solamente debe velar por la defensa en juicio del imputad, sino también es obligación de los jueces garantizarles a las víctimas de la violación de un Derecho Humano el saber, el conocer porque se destruye la impunidad con la investigación, la persecución, la detención y el sometimiento a proceso de los culpables de estos aberrantes hechos. Entonces habrá que ver, en ese momento, pero hay que ser muy prudente en la puesta en trance de principios sensibles del Derecho Penal, debido a que en aras del derecho internacional de Derechos Humanos pareciera casi un contrasentido que los Derechos Humanos terminen siendo bandera para franquear aquellos logros de la humanidad que se consideraron, justamente, adquisiciones a favor de las personas.
En esta causa todavía no se dictó la imprescriptibilidad, pues la decisión respectiva del juez Canicoba Corral fue apelada.
Fue apelado y consecuencia de un recurso, de un planteo que hicimos nosotros la Sala Segunda de la Cámara Federal, integrada por los miembros de la Sala Primera por las recusaciones, nos dio la razón. Entendieron que como nosotros habíamos dicho que el recurso había sido interpuesto fuera de término, por lo cual quedó firme la resolución del doctor Canicoba Corral, y hoy los hechos investigados en la causa por el atentado a la AMIA han sido calificados como delitos de lesa humanidad y bien sabemos que ello trae aparejado la imprescriptibilidad. Estimo que es muy importante en esta dirección el fallo que dictó la Sala de Casación en relación al ex comisario de la Policía Federal Castañeda, confirmando la condena por la sustracción que se le atribuye y el encubrimiento de la desaparición de los famosos casetes que estaban vinculados con la investigación y rechazó un planteo de prescripción, diciendo que este delito conexo al atentado estaba alcanzado también por la imprescriptibilidad en base al derecho de las víctimas de conocer la verdad.
P.-¿Usted cree que se puede llegar a conocer la conexión local después de trece años?.
L.-Sabemos quienes hemos tenido que investigar causas el dicho «el tiempo que pasa es la verdad que huye» es muy cierto, máxime en este tipo de delito, que no son delitos de «guante blanco» en cuanto a balances falsos, vaciamientos de empresas, en los que quedan registros documentales. Aún así creo que siempre hay que ser optimista si se tiene la vocación, la voluntad y la persistencia de buscar puntitas de hilo y tirar con ganas. Creo que desgraciadamente la Argentina vivió muchos años del atentado en que las estructuras del Estado en vez de cumplir su misión de investigar y de brindar una respuesta a las víctimas y a sus familiares, se dedicó a encubrir, a entorpecer, a garantizar la impunidad. Eso fue reconocido por el propio Estado mediante un decreto del actual Presidente. Decreto que es innominado, ya lo he dicho, hubiera sido para nosotros muy deseable que ese decreto tuviese nombres y apellidos. Pero al menos reconoció que el Estado encubrió.
En base a eso ¿se puede ir elaborando nombres y apellidos?.
Es una tarea compleja. Transcurridos, en breve, trece años y además la resolución del Tribunal Oral también puso como un limite a elementos de prueba que hay en la causa que puedan ser evaluados o tenidos en cuenta, y en todo lo que ha sido declarada la nulidad no se puede evaluar, la prueba que ha sido declarada nula es como si no existiera. La nulidad implicó tensiones, imputaciones, declaraciones de imputados que eso no se va a volver a repetir porque estuvo contaminado. La discusión es si esa contaminación fue exclusiva y excluyente o había un camino alternativo para llegar al mismo resultado. Esto es lo que se está debatiendo en la Corte. Lo que se le está pidiendo a la Corte es: si es nulo, que reconozca que no es el único camino para llegar a un resultado de condena porque había prueba alternativa que acreditaba responsabilidad y participación. Esto no es como el juego de la oca, donde uno tiene un solo caminito con distintos casilleros y si un casillero dice que movió mal tiene que volver al inicio. Acá lo que se está diciendo es que no tiene un solo camino como en el juego de la oca, tenemos varios caminos, uno de ellos me lo sacaron pero todo el resto de los caminos conducen a lo mismo lugar y a los mismos nombres; reconózcanme al menos eso y condenen. Veremos que dice la Corte.
P.-Hace pocos días se conoció un fallo que dejó sin efecto el procesamiento de gente que era acusada de otros delitos conexos.
L.-Lo ignoro porque son causas que se tramitan en Lomas de Zamora y no intervengo ahí ni tengo conocimiento fehaciente de su contenido, pero lo que han dicho medios de comunicación es que quien resolvió es la justicia provincial desvincular a estas personas por supuestos delitos de extorsión por los que estaban siendo acusados y otros delitos conexos, es que se conoció en base a la misma prueba nula que el Tribunal Oral Federal declaró invalida y de acuerdo a la doctrina del «fruto del árbol venenoso» no se puede hacer eco de eso.
Nos encontramos, quienes somos neófitos en la ciencia del Derecho, en una situación un poco angustiante, porque vemos que el Estado reconoce cosas que no pueden ser llevadas a la justicia.
El encubriendo ha sido llevado a la justicia. La causa que lleva el doctor Lijo, donde se dictó auto de procesamiento al entonces Secretario de Inteligencia del Estado, que fue apelado, donde el Estado argentino se presentó como querellante a través de la Secretaría de Justicia y de la Oficina de Anticorrupción y nosotros también somos querellantes. Esa causa en Cámara apelada, por las distintas defensas, los autos de procesamiento que ordenó el doctor Lijo, con distintas calificaciones, respecto del sinnúmero de imputados, desde el ex juez, el ex secretario que mencioné hasta otros personajes vinculados con lo que se les atribuye de su supuesta participación en esta enjambre de encubriendo y distorsión de la verdad. Está en Cámara desde hace tiempo, confío que en breve salga el fallo. Se han suscitado también otros planteos, el abogado defensor de uno de los imputados planteó excepciones diciendo que esto ya había sido juzgado; la querella se ha opuesto diciendo que no había cosa juzgada; el juzgado nos dio la razón, apeló también esa defensa y está en Cámara, en la Sala ad hoc de la Sala Primera de la Cámara Federal a raíz de todas las recusaciones y excusaciones que se fueron dando en el fuero Federal y algunos del fuero Criminal Ordinario por intervención de imputaciones al ex juez que investigó la causa. Son incidencias, idas y vueltas. Referido a la angustia que crean estas situaciones creo que hay que ser muy prudentes y recordar que aún cuando no duela visceralmente lo que estamos investigando o en lo que estamos participando, tenemos que recordar que uno de los mayores logros que tuvo la humanidad fue haber adquirido el Estado de Derecho, el que nos obliga, primero, a reconocer el estado de inocencia de toda persona acusada, que el Estado tiene la obligación de demostrar la culpabilidad en un proceso legal y lícito. Cuando eso no ocurre por más convección que haya de la responsabilidad de esa persona que fue sometida ilegalmente a proceso, es mucho mejor disponer su absolución que llegar a una condena violando lo que siglos de dolor y sufrimiento de la humanidad lo generó como era en estados anteriores al Estado de Derecho.
P.-De acuerdo, ¿pero reconoce que la angustia existe?.
L.-No estoy diciendo que aceptar eso sea fácil, pero si estoy diciendo que tenemos que ser coherentes con el reclamo del Estado de Derecho y con la vivencia nuestra en un Estado de Derecho, que a veces significa que tenemos que tragarnos «sapos» sin ganas. Sin perjuicio de eso, si de algo tengo la certeza por el conocimiento personal de los familiares que represento y de las instituciones, de algunos de los integrantes que conozco, es la firme voluntad de todos ellos de no cesar un instante de luchar por la verdad, por la justicia y por el reclamo de sometimiento a proceso de todos los responsables. Pero no hay que caer en idealismo, en creer que con eso solo alcanza porque sería muy poco realista. Se necesita un Estado que ponga todas sus agencias para investigar y poner a disposición del fiscal y del juez toda la documentación que se pueda tener y que se pueda obtener en otras estructuras de inteligencia internacionales y así poder llegar a un resultado concreto, que ojalá permita individualizar a una persona, efectuar una imputación con firmeza y someterlo legítimamente a proceso.
P.-¿Qué ocurre con el caso del fiscal Martínez Burgos?.
L.-Hay una causa nueva que se comenzó a instruir por una autodenuncia del doctor Martínez Burgos cuando conoció algunos artículos periodísticos que lo vinculaban con aparentes encuentros con quien era un amigo de él, un abogado de la matrícula, que a fines del año pasado también los medios de comunicación lo mencionaban como un abogado contactado por la Embajada de Irán para hacerse cargo de las defensas de las personas buscadas por la Argentina y que en esos encuentros el fiscal Martínez Burgos habría manifestado su preocupación por lo que había ocurrido en Lyon, Francia, cuando la Fiscalía concurrió a defender la postura argentina ante INTERPOL donde aparentemente algún representante de Irán habría dicho que si se continuaba con esos pedidos de captura, Irán iba a pedir las capturas internacionales de los doctores Nisman y Martínez Burgos. A raíz de esas publicaciones se inició la causa. El sector de familiares que represento decidió presentarse como parte querellante en la causa lo que fue reconocido por el juez Canicoba Corral, que también tiene la investigación y que nos acaba de reconocer la autonomía como grupo para querellar debido a que también se presentaron otros familiares. En la investigación a quienes represento no les interesa saber solamente si estos encuentros ocurrieron y cual fue el móvil que puede haber llevado a este presunto comportamiento que se le atribuye al doctor Martínez Burgos sino saber si realmente detrás de esto puede existir algún beneficiado en querer «ensuciar» la tarea de investigación o la imagen que la fiscalía dejo ante INTERPOL en enero y marzo de este años por la tarea que hizo en el último año y medio. Explico por qué: La Asearía Legal de la Secretaría General de INTERPOL cuando le recomendó al Comité Ejecutivo avalar los pedidos de captura internacionales que solicita el juez Canicoba Corral, dividió la causa
AMIA en dos, AMIA uno – que todos conocemos – que ellos vinculan, y ellos le dicen, a un juez corrupto y que fue lo que provocó que se cayeran las capturas anteriores, que había aceptado INTERPOL, en septiembre del 2005; y AMIA dos, que es esta nueva investigación que se le presenta, con estos resultados en donde INTERPOL habla, sin que esto se interprete como un reconocimiento o un aval al resultado investigativo, pero si reconoció el alto grado de profesionalidad de la fiscalía. Sabemos que Irán no aceptó la decisión del Comité Ejecutivo tomada por unanimidad de sus miembros de llevar adelante las capturas requeridas por la justicia argentina y eso se decidirá en una reunión de la Asamblea General de INTERPOL en noviembre, en Marruecos. Lo que queremos saber si detrás de estos encuentros que se le atribuyen al Martínez Burgos no puede haber algún interesado que esa imagen altamente profesional de la fiscalía ante INTERPOL se pueda asociar a ese juez corrupto del cual ellos hablan y que esto logre que en noviembre de este año la Asamblea General de INTERPOL pueda pensar, por un instante si no es todo lo mismo en la justicia argentina, si hay atrás personeros interesados en beneficiar a una de las partes de esta discusión entre Argentina e Irán, queremos que se intente determinar en esta investigación y que no se circunscriba solamente a si hubieron encuentros y de que naturaleza entre el fiscal Martínez Burgos y el abogado entonces amigo de él. La investidura que tiene un fiscal es muy sensible y en esto hay que ser muy cuidadoso, muy prudente y desgraciadamente cuando uno interviene en causas de absoluta sensibilidad y del grado de trascendencia como es el atentado a la AMIA, uno tiene que redoblar los esfuerzos de no dejar «un solo pelo en la leche», porque hay mucha gente buscando ese «pelo en la leche» por que le interesa que esta causa no avance. Hay que proteger la investidura por encima, incluso de la misma persona. Tomar café con una persona en Argentina no es delito, no estamos investigando si el doctor Martínez Burgos y un abogado y un amigo se juntaron a tomar un café, lo que hay que determinar es si hubo alguna negociación incompatible, alguna conducta reñida con el Derecho, ofrecimiento, pedido o lo que fuere para dejar de hacer o hacer distinto, y mucho más importante es saber si detrás de todo esto hubo un armado interesado en tratar de tirar barro.
P.- Ha sido tradicional que en los días previos al aniversario del atentado se dieran a conocer novedades importantes con respecto a la causa. No cree usted que la gente se hartó que en los días previos al 18 de julio se produzcan anuncios espectaculares referidos a la causa?.
L.- No se si la gente se hartó de anuncios espectaculares. Me parece que la causa tuvo en momentos, por el mismo vértigo, la vorágine o la falta de experiencia, pues hay que ser muy sincero, nadie estaba preparado para investigar una causa de esta envergadura. Se dijeron frases de lo más desacertadas y anuncios que no se concretaron. Tenemos que ser muy sinceros, fríos y objetivos al señalar. Creo que la sociedad argentina prácticamente, en un altísimo porcentaje y casi desde el mismo 18 de julio de 1994 no percibió como propio el atentado y no lo percibe. Es un atentado a la comunidad judía, y esa realidad que a mí me duele profundamente en el alma, creo que tenemos que ser muy sinceros en decirla porque me parece que como Argentina, como sociedad tenemos que hacer una autocrítica y darnos cuenta que el atentado a la Embajada de Israel y el atentado a la AMIA, son dos atentados que se llevaron vidas argentinas, que ocurrió en la ciudad de Buenos Aires que es la República Argentina, que tuvo al país como blanco del terrorismo internacional y por ende nos tenía que haber movilizado como sociedad en conjunto, unirnos y no verlo como si estuviéramos observando imágenes de Hollywood o algo que no me preocupa debido a que no fui alcanzado. Creo que si tenemos concepción de solidaridad, de compromiso con lo que nos pasa día a día y si no reaccionamos – espero no estar equivocado en este análisis – y no hacemos una autocrítica de que esto no es un hecho que sacudió a la comunidad judía sino que sacudió a la sociedad argentina en su conjunto, y seguimos sin preocupamos porque no nos tocó a nosotros terminaremos diciendo «ya es tarde, me están golpeando la puerta» pues el terrorismo internacional es despiadado y atenta anónimamente, en forma generalizada. Entonces no podemos ser tan negadores de la realidad de cree que esto no sacudió a la Argentina. Como no es concebido como un atentado que nos ocurrió a todos, se escucha «no molesten mucho más con Irán, a ver si tenemos un tercer atentado». Es muy triste debido que así construimos una sociedad egoísta, parcializada en los hechos reales, en los discursos se dicen otras palabras.
Lic. Eduardo Alberto Chernizki