Según informa el diario israelí ‘Haaretz’, el gabinete de seguridad se reunió hoy para comenzar a escuchar las valoraciones del servicio militar de Inteligencia del país sobre la actual situación en Siria, según las cuales el presidente sirio, Bachar el Assad, está en una buena posición para impulsar un ataque sorpresa en un intento por recuperar los Altos del Golán, meseta que Israel se anexionó durante la Guerra de los Seis Días en junio de 1967, si bien sostienen que es poco probable que sea él quien inicie el conflicto.
El ministro de Vivienda, Meir Sheetrit, se opuso a la creación del comité, ya que insistió en la idea de que el mero hecho de establecerlo envía un mensaje contradictorio a las autoridades sirias, después de que el Ejecutivo israelí haya trasladado a Damasco su interés por reanudar las negociaciones diplomáticas entre ambos países.
Por su parte, el comité estará integrado por once ministros que desempeñaron un papel fundamental durante la Segunda Guerra en Líbano, librada el pasado verano entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, entre ellos, el primer ministro, Ehud Olmert, el titular de Defensa, Amir Peretz, Exteriores, Tzipi Livni, Industria, Comercio y Trabajo, Eli Yishai, el viceprimer ministro, Simon Peres, el titular de Transportes, Shaul Mofaz, así como el de Seguridad Pública, Avi Dichter.
Asimismo, participarán en el comité los ministros de Asuntos para Pensiones, Rafi Eitan, el ministro de Amenazas Estratégicas, Avigdor Lieberman, el titular de Justicia, Daniel Friedmann y el de Infraestructura, Benjamin Ben Eliezer.
Al final de la reunión, Olmert aseguró que a pesar de no haber recibido, dijo, una invitación de Siria para iniciar unas negociaciones diplomáticas que lleven a ambos países a sellar la paz, Israel desea participar en dichas negociaciones directas. «Israel no quiere guerra con Siria, tenemos que evitar errores de cálculo que pudieran llevar a un deterioro de la seguridad», incidió el primer ministro.
Previamente, pedió a sus ministros que cesen de hacer declaraciones sobre la posibilidad de mantener una guerra con Siria, ya que, a su juicio, ello conlleva un riesgo de aumentar las tensiones entre ambos países.
LA INTELIGENCIA ISRAELÍ
Según los informes de las agencias de Inteligencia militar israelíes que presentaron hoy, el Ejército sirio ha desplegado un contingente militar en su frontera con los Altos del Golán, adonde ha trasladado unidades con cohetes a primera línea, similares a los Katiusha que utilizó la milicia Hezbolá en la pasada guerra en la ciudad de Haifa.
Por su parte, el Ejército israelí comenzó ayer sus entrenamientos en el Neguev, entre los que constan simulacros de ataques y la posterior ocupación de una hipotética ciudad siria.
Asimismo, además de constatar el rearme en la frontera siria y la de Hezbolá, el Ejército sirio ha mejorado, según dichos informes, sus fortificaciones, al tiempo que ha recibido de Rusia tanques modernos y misiles interceptores.
Fuentes de seguridad israelíes aseguran que Hezbolá, Siria e Irán están estrechando su cooperación de forma más eficaz y temen que un ataque de Siria viniera acompañado del bombardeo de cohetes por parte de la milicia chií contra posiciones israelíes. Así, sostienen que Irán permite de forma amplia el suministro de armas y munición, tanto a Siria como a Hezbolá.
Sin embargo, según la Inteligencia israelí, facciones palestinas como Hamás o Yihad Islámica –apoyadas por Siria– no participarían en unas presuntas operaciones conjuntas entre Siria, Irán y Hezbolá.
TRES ESCENARIOS
Los servicios de Inteligencia israelíes barajan ahora tres posibles escenarios, el primero destaca la preocupación de Damasco y Teherán ante un posible ataque militar estadounidense contra las instalaciones nucleares iraníes, motivo por el cual se estarían preparando para abrir un segundo frente contra Israel, uno en los Altos del Golán y otro a cargo de Hezbolá.
El segundo escenario contemplado –visión minoritaria– asegura que Siria está preparada para impulsar un ataque para recuperar los Altos del Golán –dado los entrenamientos y acopio de armamento que está llevando a cabo– y al sostener que el presidente sirio, Bachar el Assad, está convencido, según la Inteligencia israelí, de que la opinión pública en Israel rechaza en este momento una solución negociada.
Finalmente, el Ejército israelí no descarta que Siria acepte negociar con Israel la devolución de su territorio fronterizo, después de amenazar con lanzar una operación militar contra Israel.