El Partido Laborista (PL) israelí elige hoy en comicios internos al posible sucesor de su presidente, Amir Peretz, entre los favoritos de los sondeos: el ex primer ministro Ehud Barak y el ex jefe de la Armada Ami Ayalón.
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El ganador de estos comicios, a los que han sido convocados los 103.000 afiliados del PL, tendrá que cosechar al menos el 40 por ciento de los votos. De lo contrario, los laboristas celebrarán una segunda vuelta dentro de tres semanas.
Según las encuestas, los favoritos con notable ventaja sobre sus adversarios son Barak, ex primer ministro, general en la reserva y ex jefe de las Fuerzas Armadas, de 65 años; y el almirante Ayalón, ex comandante de la Armada y del servicio de seguridad general (Shin Bet), de 62.
Ayalón y Barak parecen empatados en los votos que les pronostican los sondeos, más del 30 por ciento, en tanto que Peretz sólo cosecharía el 14 por ciento.
En algunas encuestas Ayalón, de gran prestigio por su rectitud, superara ligeramente a Barak, criticado por su conducta zigzagueante en el seno de Partido, que abandonó hace unos años para dedicarse a los negocios antes de un intempestivo retorno, el año pasado.
Si triunfaran, tanto Ayalón como Barak serían los sucesores «naturales» de Peretz en Defensa por su pasado en las FFAA.
No obstante, Peretz, ex secretario general de la Confederación de Trabajadores (Histradrut) y actual ministro de Defensa, espera «vencer a los sondeos» y confía en su reelección.
Peretz ya ha anunciado que abandonará la cartera de Defensa para exigir la de Finanzas, actualmente vacante pues su titular, Abraham Hirchson, se halla bajo investigación por supuesta defraudación al fisco.
Los otros dos candidatos a la presidencia del tradicional Partido Laborista, fundado en 1930, dieciocho años antes del surgimiento del Estado de Israel, son los diputados Ofir Pines-Paz, y el general en reserva Dani Yatom, ex jefe de los Servicios Secretos (Mosad); las encuestas les predicen menos del ocho por ciento de los votos.
Según previsiones del diario Yediot Aharonot, más del 64 por ciento de los afiliados laboristas acudirá a votar.
Poco antes de abrirse esta mañana los colegios electorales existía la impresión en medios parlamentarios de que «una segunda vuelta será inevitable».
Según Ayalón, del sector más moderado del laborismo y sin mayor experiencia en la conducción de los asuntos del Estado, «en estos comicios no sólo se elige al presidente de un partido político sino al futuro liderazgo del Estado israelí».
Barak y Ayalón no ocultan sus reservas respecto del primer ministro israelí, Ehud Olmert, líder del partido de centro Kadima, implicado como sospechoso de delitos de carácter económico y por sus fracasos en la conducción de la guerra del Líbano, el año pasado, contra la milicia de Hizbulá, pero si se alejan del Gobierno pueden abrir la puerta al poder a la oposición de derechas.
Por ello, cualquiera que sea el triunfador todo apunta a que aprobará su permanencia en la coalición de gobierno, pues si se retiran de él y se anticipan las elecciones nacionales, según los sondeos, las ganaría el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, líder del Likud y de la oposición parlamentaria.
El primer presidente del Partido social-demócrata, «Mapai» en su origen, fue David Ben Gurión (Grin), que proclamó la fundación del Estado israelí el 14 de mayo de 1948.
En 1968 adoptó la denominación de Partido Laborista, afiliado a la Internacional Socialista, y estuvo al frente de todos los gobiernos israelíes hasta que perdió en las elecciones de 1977 frente el diputado derechista Menajem Beguin, del Likud.
Entre otros de sus líderes, lo presidieron los ex primeros ministros Levi Eshkol, Golda Meir, Isaac Rabin y Simón Peres, al que derrotó Peretz en las elecciones internas de 2005.