Hamad subrayó que «los palestinos no revisarán su lista con criterios israelíes», aunque matizó que «si hay temas que precisen más negociaciones, las cosas aún no han acabado».
«Los criterios israelíes clasifican a los palestinos como terroristas, mientras que el Ejército israelí comete atrocidades contra ellos», denunció.
Para el portavoz palestino, la reacción israelí «demuestra» que este país «no está interesado en alcanzar un compromiso sobre la liberación de encarcelados», en la que media Egipto.
Shalit fue capturado el pasado junio cuando se encontraba en una base militar cercana a la frontera con la franja de Gaza por comandos de Hamás, de los Comités Populares de la Resistencia y del hasta entonces desconocido «Ejército Islámico» que lograron llegar hasta el lugar cavando un túnel.
Estos tres grupos hicieron llegar recientemente a los mediadores egipcios una lista de 1.300 nombres de prisioneros -algunos de ellos condenados por delitos de sangre y con más de veinte años de cárcel-, cuya libertad exigen a cambio de la de Shalit.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, mostró ayer en un comunicado su decepción con el contenido de este listado tras estudiarlo con varios de sus colaboradores y altos mandos de la seguridad.
Mientras tanto, las familias de los alrededor de 10.000 presos palestinos en cárceles israelíes han comenzado a manifestar su impaciencia ante esta situación.
«Se nos está acabando la paciencia. Cada día oímos diferentes versiones y ambas partes están jugando con nuestros nervios. Todo lo que queremos es ver libres a nuestros hijos», apuntó la madre de uno de estos presos, Om el-Abed, a la prensa palestina.
Por otra parte, varios prisioneros palestinos en Israel comenzaron hoy una huelga de hambre de un día en solidaridad con sus colegas en régimen de aislamiento.
Los autores de la protesta denuncian en una carta que Israel mantiene a quince presos palestinos aislados en celdas, algunos de ellos desde hace más de cinco años.