Cristina vuelve a salir de viaje. Su agenda rebasa de modestos misterios, pero se presume que saldrá entre la noche de mañana y las primeras horas del miércoles rumbo a Quito, Ecuador, donde se encontrará con el presidente Rafael Correa. Estará allí hasta el viernes, cuando seguirá viaje a Caracas. La acompaña el canciller Jorge Taiana. Y es posible que regrese el sábado. Tras su reciente y afortunado paso por París, donde la recibió todo el arco político en campaña para la presidencia, la senadora va hacia su destino latinoamericano. En Quito, encontrará una agitación distinta a la francesa: Ecuador atraviesa una crisis institucional que divide al gobierno de Correa y al Congreso en torno al llamado de una asamblea para reformar la Constitución. Como Chávez, Correa camina hacia su «Socialismo del siglo XXI» en medio de cuestionamientos sobre su concepción de la división de poderes: acaba de llamar a las fuerzas de derecha a un acuerdo de «gobernabilidad» después de que el Tribunal Superior Electoral destituyó a 57 diputados que se oponen al llamado de una Asamblea Constituyente de «plenos poderes». La Justicia acaba de convalidar ese golpe. La actividad de Cristina en Quito se completa con la de la ministra Felisa Miceli (ver Acuerdos). Fue el propio Correa, en una entrevista publicada ayer por Clarín, quien más dijo sobre el viaje: «Vamos a trabajar en el asesoramiento sobre la deuda y en el intercambio de tecnología.» También economista, admitió que le gustaría renegociar la deuda ecuatoriana –unos US$ 17 mil millones– al estilo Kirchner. Correa visitó la Argentina y se reunió con Kirchner en diciembre, a poco de su triunfo electoral. Hubo empatía entre ambos, aunque Kirchner desistió de ir a la asunción de Correa, por la presencia del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad. Bastante más se sabe del viaje de Cristina a Caracas. La senadora fue invitada allí a participar como oradora, el sábado, en el Congreso Judío Latinoamericano (CJL), que reúne a las principales organizaciones judías del subcontinente. El encuentro coincide con el 40° aniversario de la Confederación de Asociaciones Israelitas venezolana, equivalente de la DAIA argentina en ese país. Cristina se reunirá previamente con autoridades del Congreso Judío Mundial (CJM) en una de las dos sinagogas de Caracas: la esperan allí su secretario general, Stephen Herbitz, y el representante de la Comisión de Finanzas, Mathew Bronfman, además de hermano del presidente del Congreso, Edgard Bronfman. Hay un conflicto entre Chávez y la comunidad judía venezolana, hasta aquí manejado sin altavoces. Se remonta a un incidente de 2005, cuando el gobierno venezolano impulsó un allanamiento en el club Hebraica de Caracas, tras una denuncia sobre la existencia allí de un arsenal. Kirchner ya actuó como intermediario: en julio de 2006, antes de la cumbre del Mercosur en Córdoba, reunió en Olivos a Chávez con el rabino Israel Singer, uno de los líderes del CJM, para acercar posiciones. No hubo progresos: en medio de la guerra en el Líbano, Chávez condenó duramente las acciones militares que Israel emprendió en ese país contra Hezbollah y fortaleció su relación con Ahmadinejad. Los judíos latinoamericanos volvieron a acudir al ascendiente de Kirchner sobre Chávez: generaron un encuentro entre dirigentes de esa comunidad venezolana con el Presidente durante su último viaje a Venezuela, en febrero. Esa vez Kirchner reafirmó su compromiso de facilitar otro contacto con Chávez y allí surgió este viaje de la senadora. No debería descartarse un encuentro de Cristina con Chávez. Más difícil es que el caudillo acepte la invitación que le cursaron y cierre el Congreso Judío de Caracas. Aunque por qué no. Acuerdos La ministra de Economía, Felisa Miceli, viajará mañana a Quito para transmitir al gobierno ecuatoriano la experiencia sobre la reestructuración de la deuda. Hay, a la par, tres acuerdos de cooperación que podrían avanzar hacia su firma en Ecuador. Uno de ellos, casi cerrado, sobre la experiencia en materia de registro y verificación de automotores; otro sobre transferencia de tecnología industrial y el último, sobre pymes. La Cancillería montó además un seminario sobre negocios.
Clarin
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