La rama israelí del Congreso Mundial Judío (CMJ) amenazó con abandonar la organización en protesta por las interferencias de la central en asuntos internos y, sobretodo, por la destitución del presidente del Consejo Político, Israel Singer.
Singer fue despedido el pasado miércoles por el presidente del CMJ, Edgar Bronfman, durante una conferencia telefónica entre la central de Nueva York y distintas delegaciones.
La central acusa a la rama israelí de irregularidades financieras y el asunto ha salpicado al respetado rabino Singer, quien ha sido, entre otras cosas, presidente del comité internacional judío para el diálogo interreligioso.
Miembros de la Mesa Ejecutiva israelí criticaron la manera en que Bronfman despidió públicamente a Singer, integrante de la dirección de Israel, y su injerencia en decisiones internas.
«Salvo que el presidente cambie su forma de tratar a las distintas ramas de la organización en el mundo, el capítulo israelí se marchará», dijeron fuentes anónimas de la Mesa Ejecutiva de Israel.
Las mismas fuentes acusaron a Bronfman, que lleva 27 años a la cabeza de la organización, de querer promover a su hijo Mateo como sucesor suyo, pero fuentes de la central indicaron al mismo medio, que lo que trata la rama israelí es crear «una cortina de humo» para disimular las irregularidades cometidas.
El Congreso Mundial Judío, creado a mediados de los años treinta, tiene delegaciones en un centenar de países y se encarga, además de combatir y denunciar el antisemitismo, de luchar por la devolución de bienes y fondos incautados a los judíos.
Aurora