El atentado perpetrado hoy en la ciudad israelí de Eilat por un suicida palestino, que también ha costado la vida a tres ciudadanos israelíes, ha recordado a los habitantes de Gaza, sumidos desde hace días en la violencia interna, que asimismo existe un conflicto con Israel.
‘La verdad es que preferiría que los israelíes tomaran el atentado como una provocación y entrasen en Gaza, así nos unirían a todos contra ellos’, decía hoy con cierto sarcasmo Abu Ahmed, un policía de Gaza.
El agente, que se ha mudado de casa porque la mitad de sus once hermanos son del movimiento islamista Hamás y él, en cambio, milita en el nacionalista Al Fatah, explica que ‘por principio, acepto que me maten los israelíes, pero no quiero disparar ni que me dispare ningún palestino’.
En el locutorio telefónico donde Abu Ahmed trabaja en sus ratos libres, porque como funcionario lleva meses sin cobrar su sueldo debido al boicot internacional contra Hamás, quienes esperaban su turno coincidieron con él en que es ‘vergonzoso’ que los palestinos se maten entre ellos.
No obstante este sentimiento bastante generalizado, la violencia entre facciones palestinas se ha cobrado desde el pasado viernes 34 muertos y desde anoche van ocho víctimas mortales pese a que hoy reina en Gaza una relativa calma.
El terrorista de Eilat era palestino de Gaza, según los grupos que han asumido la autoría del ataque, las Brigadas de los Mártires Al-Aqsa (vinculado a Al-Fatah), los Batallones de Jerusalén (de la Yihad Islámica) y el hasta ahora desconocido ‘Ejército de los Fieles’.
Según un portavoz de la Yihad Islámica, Abu Hamza, el terrorista sin embargo no llegó a Israel desde Gaza, sino desde Jordania, donde supuestamente nació y se crió en el seno de una familia de refugiados palestinos.
En el barrio de Sayaíe, de donde supuestamente es originaria la familia del suicida, Ahmad Seerak, de 21 años, no se notaba hoy ningún revuelo y los vecinos aseguraban no conocer el apellido.
Abu Mohamed, miliciano de los Batallones Izadin Al-Kasam, brazo armado de Hamás, se declara convencido de que el terrorista tuvo que entrar por Jordania o por Egipto, porque es prácticamente imposible para un palestino de Gaza adentrarse tanto en Israel.
El miliciano considera que si las Brigadas de Al Aqsa ahora reclaman la autoría del atentado es porque así se distancia de Israel frente a ‘una opinión pública palestina que los ve demasiado cercanos al Estado judío y a Occidente’.
‘Existen -afirma- dos tipos de combatientes de Al Aqsa: los verdaderos, que luchan contra Israel, y los que lo hacen contra Hamás ayudados por los israelíes’.
Para Sami Ahmad, director de la Universidad de Bet Lahie, próxima a Al Fatah y quien comentó el ataque antes del comunicado de autoría, el atentado de hoy puede teóricamente beneficiar a ambas partes en el conflicto interno: ‘Si fuera Hamás porque demuestra que pueden actuar aquí y fuera, si fuera las Brigadas de Al Aqsa porque reduce las sospechas de que tienen el respaldo de Israel’.
También Abu Jafar, un militante de la Yihad Islámica, espera que lo ocurrido hoy en Eilat pueda unir a los miembros de todas las facciones, como ocurrió el pasado verano cuando guerrilleros de todos los colores combatían codo a codo contra el Ejército israelí durante la Operación ‘Nubes de Verano’, lanzada tras la captura de un soldado israelí en la zona fronteriza entre Gaza e Israel.
Un comandante de las Brigadas de Al Aqsa, que pidió el anonimato, manifestó que no cree que el revuelo causado por el atentado de hoy vaya a ser más que un paréntesis en la lucha fratricida.
‘Sólo quienes son razonables y no quieren la lucha entre palestinos van a interpretar el atentado como una advertencia, los demás seguirán en su lucha interna’, afirma.
Salwa Salem, una abuela que ayer tarde salió por primera vez de su casa a ‘tomar el aire’ desde hace varios días, aprovechando que hay menos piquetes y milicianos por las calles, cree que la solución es un gobierno de unidad nacional.
Pero su sobrino Zuer teme que ‘en su lucha por el poder todos los grupos se hayan olvidado de que tienen un pueblo’.