Coincidiendo con la visita a Moscú del primer ministro israelí, Ariel Sharon, el ministro de Vivienda, Natan Sharansky, hizo hoy un ejercicio público de autocrítica al señalar que «cuando tomamos la decisión hace dos semanas, no valoramos la situación correctamente». Según Sharansky, del partido «Israel be Aliá», Estados Unidos interpretó inmediatamente la acción de represalia contra la Mukata como un obstáculo que había de ser removido para poder continuar con sus preparativos de guerra contra Irak.
«Deberíamos haberlo tenido en consideración», añadió el ministro ante los micrófonos de la radio pública. Sharansky, de origen ruso, es curiosamente uno de los más proamericanos del Gabinete. Sus buenos contactos con la administración de la Casa Blanca le permitieron influir con sus ideas en el importante discurso del pasado 24 de junio, en que George W. Bush planteó las nuevas directrices de su política para Oriente Próximo.
Por otro lado, la titular de Educación, Limor Livnat, declaró que «aunque la decisión fue la adecuada, no pudimos seguir llevándola a cabo debido a la fuerte presión ejercida por Estados Unidos».
Livnat, que pertenece al sector duro del Likud, salió al paso de otras críticas hechas desde los partidos de la oposición que citaron fuentes militares que supuestamente habían criticado al Gobierno por haber ordenado la destrucción sistemática de los edificios de la Mukata, y la imposición del asedio sobre el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, y su guardia pretoriana.
Según dijo la ministra, ninguno de los mandos militares que estuvieron presentes en la reunión de urgencia del Gabinete que tuvo lugar inmediatamente después del atentado suicida ocurrido en un autobús en el centro de Tel Aviv, presentó objeción alguna al respecto. Incluso dejó entrever que los propios militares fueron los que presentaron la propuesta y que ésta fue luego adoptada por el Gobierno.
«No es que me agrade tener que contemplar a Yasir Arafat haciendo su famoso signo de la victoria», concluyó Livnat, haciendo referencia a la imagen del presidente palestino que transmitieron los medios de comunicación audiovisuales después de que los tanques evacuaran el interior del recinto.