Olmert estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Amir Peretz, así como por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Dan Halutz, a quienes los agentes pidieron que autoricen una ampliación de las operaciones hasta que el enemigo sea derrotado. Asimismo, altos cargos del Ejército confirmaron a Olmert que la motivación de los soldados es alta.
Peretz aseguró más tarde que el Ejército ampliará la ofensiva contra cualquier punto de lanzamiento de misiles hacia Israel si los esfuerzos
diplomáticos en curso fracasan. «Estamos en uno de los puntos decisivos de la guerra», señaló a miembros de la Gabinete y la Knesset.
En ausencia de un acuerdo diplomático, aseguró haber dado instrucciones al Ejército para que «tome control» de las plataformas de lanzamiento «donde quiera que estén».
Olmert y Peretz se reunieron hoy con altos mandos del Ejército. Tras esto salió a la luz que las fuerzas armadas planean aumentar la ofensiva en respuesta a los ataques de ayer de Hezbolá en el norte de Israel.
Por su parte, un militar del Estado Mayo afirmó que por primera vez desde que comenzó la guerra, Israel planea atacar infraestructuras estratégicas y símbolos del Gobierno libanés.
El militar dijo a ‘Haaretz’ que estamos en proceso de escalada» y «continuaremos golpeando cualquier lugar donde se mueva Hezbolá, así como infraestructuras civiles estratégicas».
Además informaron de que si Hezbolá no ha detenido sus ataques antes de este fin de semana, el Ejército recomendará una expansión de la operación, incluida la conquista de la mayor parte de Líbano, así como el incremento de ataques aéreos sobre infraestructuras. «Podría ser que al final de la historia, Líbano oscurezca durante unos años», declaró.