En el Teatro Colón se presentará mañana, sábado 5 de agosto, a las 20.30, la opera compuesta por Víktor Ullmann en el campo de exterminio de Terezin, Checoslovaquia.
Terezin fue un campo armado por los nazis con el objetivo de mentirle a la prensa, a la Cruz Roja y a las naciones que los judíos eran «bien tratados». Allí, El Emperador de la Atlántida -un canto a la vida, una severa critica a la guerra y a la muerte y una ridiculización del nazismo- fue presentada ante los oficiales nazis, y como respuesta el autor y los interpretes fueron enviados a la muerte en Auschwitz.
Cuando quieren comparar a Israel con el régimen nazi se debe afirmar, claramente, que esa definición le cabe a quienes nos acusan. A lo largo de la historia frente al nazismo que prometía establecerse para siempre y al deseo manifiesto de Hezbollah y de su patrón fundamentalista iraní -que lo ampara- de «borrar a Israel del mapa», el Pueblo Judío y el Estado Israel ansían siempre la coexistentencia, la pluralidad y lla paz.
Cuando en la DAIA se resolvió presentar esta función no imaginaban la actual situación de violencia en el Medio Oriente. Casualidad o no, esta ópera es útil para dejar en claro ante cual es el verdadero sentir del pueblo judío en todo el mundo y a través de todos los tiempos.
La actividad de la DAIA presentando El Emperador de la Atlántida resulta pues, una ratificación del compromiso judío por la vida.