En una conferencia de Prensa con Ahmadinejad en Teheran ambos destilaron veneno antidemocrático y antisraelí. Chavez, entre otras cosas, llamó a Israel «asesinos y cobardes» en El Líbano. Antes de llegar a Teherán Chavez le dijo a Al Jazeera «lo que Israel hace en el Líbano es similar a los actos de Hitler, quién sembró muerte y destrucción en el mundo».
Fueron los terroristas de Hezbolla los que atacaron la soberanía nacional de Israel, a través de una frontera reconocida internacionalmente, con cohetes dirigidos a civiles en Israel, única democracia en Medio Oriente. Israel se defiende contra un grupo terrorista inmoral que se oculta entre civiles y utiliza a mujeres y niños como escudos.
Chavez utiliza una política de doble discurso. La semana pasada el gobierno de Chavez emitió una declaración sobre la situación de Medio Oriente diciendo: «Venezuela nunca ha tenido actitudes antijudías, reconoce la existencia de Israel como Estado, acoge a la comunidad judía y garantiza su total respeto». Pero antes de esto Chavez describió las víctimas civiles en el Libano como un «verdadero genocidio» por parte de Israel. Nunca mencionó las bajas civiles en Israel ocasionadas por los misiles de Hezbolla.
Chavez probó una vez más que está dispuesto a ponerse de lado de los líderes antidemocráticos del mundo.