Peregrinos cristianos y miembros de la comunidad católica palestina se concentraron hoy en la basílica del Santo Sepulcro de la ciudad vieja de Jerusalén para asistir a la gran misa con la que culminan las celebraciones de la semana de Pascua. Se calcula que 90 mil visitantes extranjeros dijeron presente en la ciudad Santa para sumarse a los festejos, cifra que supera en un 20 por ciento a la del año pasado.
La ceremonia estuvo a cargo del máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa, monseñor Michel Sabah, y se realizó en el recinto donde, según la tradición, fue enterrado y resucitó Jesús.
Durante su tradicional homilía de Pascua, Sabah exhortó a israelíes y palestinos a abandonar el camino de la muerte y la guerra y alcanzar la reconciliación. “Debe haber una paz que respete la propiedad de otros y la tierra de otros”, dijo en alusión a la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel.
La basílica del Santo Sepulcro, uno de los edificios más emblemáticos para el cristianismo, está ubicada en el monte Gólgota, donde la creencia popular sostiene que también fue enterrado Adán.
Tras la ceremonia de esta mañana en el Santo Sepulcro, las celebraciones de Semana Santa concluirán en la aldea de Emaús, a 10 kilómetros de Jerusalén, donde Jesús se apareció por primera vez a dos de sus discípulos y cenó con ellos.
Millones de cristianos celebraron en todo el mundo de las más variadas formas el Domingo de Pascua. En la plaza de San Pedro, en el Vaticano, unas 150 mil personas presenciaron la ceremonia presidida por Benedicto XVI. En otros países, se destacaron las procesiones de peregrinos y los rituales típicos de cada región con los que se da cierre a la Semana Santa.
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