En el primer signo de descontento popular con el nuevo gobierno palestino liderado por la organización extremista Hamas, un grupo de policías cerró rutas y tomó un edificio gubernamental en el centro de esta ciudad para protestar por deudas salariales que el gobierno tiene con ellos.
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La protesta es consecuencia de la seria crisis económica que enfrenta el recién nombrado gobierno de Hamas, cuya plataforma política contraria a reconocer la existencia de Israel le hizo ganar las elecciones en enero, pero llevó al bloqueo de los fondos que recibe de ese país y de la ayuda económica de Occidente.
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Unos 50 agentes armados y enmascarados rodearon el edificio donde concejales de la ciudad de la Franja de Gaza tienen sus oficinas y se ubicaron en los balcones y el techo; desde allí dispararon al aire. También cerraron una carretera que comunicaba el centro de Gaza con el resto de la Franja.
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Luego de conversar con empleados del gobierno local, los policías se retiraron pacíficamente. «Salarios, o váyanse a su casa», gritaban los policías, en un claro mensaje a Hamas. «La economía está paralizada. No podemos comprar comida porque nadie nos da crédito», dijo Abu Mohammed, líder de los manifestantes, en su mayoría de Al-Fatah, rival de Hamas.
La Nacion
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