David -pastor, guerrero y soberano de derecho divino- y Salomón -gran fundador, juez y sereno dirigente de un vasto imperio- son arquetipos intemporales de la gobernación sabia bajo la autoridad de Dios, según la tradición.
Sin embargo, ningún hallazgo arqueológico permite acreditar hasta hoy su existencia. «Los nombres de David y Salomón no figuran en ningún texto contemporáneo extrabíblico», subraya el profesor Finkelstein, en una entrevista concedida a AFP con ocasión de la salida mundial de su nuevo libro, ‘Los reyes sagrados de la Biblia’.
Director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, Finkelstein provocó hace cuatro años una polémica con la obra ‘La Biblia desvelada’, escrita con el mismo coautor de ésta, el periodista Neil Asher Silberman.
En su nuevo libro, el arqueólogo avanza que «la mayoría de los célebres episodios de la historia bíblica de David y Salomon son ficticios, dudosos en el plano histórico o considerablemente exagerados».
El punto de partida de la obra es la polémica datación de los reinos de David y Salomón. Apoyándose en pruebas científicas, sobre todo utilizando el carbono 14, el profesor Finkelstein fija en el siglo X antes de Cristo (a.C.) los reiniados, que hasta ahora se situaban en el siglo IX.
«Un siglo de diferencia, pero crucial», afirma Finkelstein, porque el reino de Judea en el siglo IX es un estado próspero y estructurado, unificando la escritura, dirigido por una administración capaz, del que se han encontrado numerosos vestigios. Un siglo antes no había ni escritura ni monumentos, lo que hace poco plausible la existencia del reino capaz de construir el gran templo de Jerusalén del que habla la Biblia.
Finkelstein apela al historiador francés Marc Bloch, que analizaba los hechos históricos de forma regresiva (partir del presente para conocer el pasado).
El combate de David contra Goliath no pudo tener lugar en el siglo IX a.C.: el gigante filisteo se presentaba como originario de la localidad de Gat, arrasada décadas antes, según el arqueólogo.
Finkelstein subraya que las excavaciones del sitio bíblico de Meggido (norte de Israel), que él dirige, han reunido hasta 43 especialistas de alto nivel, lo que ha permitido reunir pruebas científicas irrefutables.
«Una revolución similar no ha llegado todavía a los estudios sobre el período contemporáneo de Jesús, que siguen bloqueados en una fase muy primitiva de la arqueología. Una revolución así es necesaria y llegará», pronostica.