Y dijo más. Que la justicia argentina giró a «C» 29 fotos, entre las que se encuentran cuatro que corresponden a rostros de altos funcionarios del gobierno de Carlos Menem para que el testigo identifique quién negoció el supuesto pago de los 10 millones de dólares para el ex presidente -LA NACION sabe el nombre de tres menemistas, pero los reserva por su compromiso con la fuente-; y que la embajada argentina en Teherán cometió muchas irregularidades en el otorgamiento de visas.
-¿Le extraña que un diario israelí se refiera así a Menem?
-Mire, yo tengo que hacer prescindencia total de mi posición política, porque como titular de la DAIA no puedo rechazar o apoyar a ningún candidato. Pero si Menem como consecuencia de las pruebas va a resultar culpable, ahí vamos a tomar una posición, pero no política, sino jurídica. Si Menem aparece como encubridor tiene la misma responsabilidad que quien cometió el delito.
-¿Qué tendencia política tiene el diario Haaretz?
-La verdad es que no soy experto en medios israelíes. No lo sé.
-Volviendo al artículo, sería interesante saber cómo cayó dentro de la comunidad, especialmente porque durante mucho tiempo uno de sus dirigentes, Rubén Beraja, estaba muy cerca del menemismo.
-Beraja fue acusado, y posiblemente con razón, de estar muy cerca de Menem, pero no la comunidad.
-¿Qué entidad le dan ustedes al testigo «C»?
-Para nosotros es creíble. Los antecedentes hablan de que fue un hombre que se escapó de Irán cuando era el tercero en los servicios secretos y huyó a Alemania. Allí ayudó a determinar quiénes fueron los que hicieron el ataque al bar Mykonos, en Berlín, donde se juntaban iraníes contrarios a Khomeini. El dio todos los elementos que luego se verificaron en el juicio y terminó acusando a cuatro libaneses que fueron los que operaron el tema. De ahí surgió la credibilidad.
-¿Ustedes cómo se enteraron?
-Por casualidad. En la DAIA vimos por Internet un fallo en Alemania y, como siempre culpamos a Irán por los atentados, pedimos al juez Galeano (Juan José) que pida todos los datos a Berlín, y así apareció. En 1998 Galeano le tomó declaración y «C» dio mucha información, pero no habló de Menem; sólo declaró sobre Irán y complicó a Rabbani (Mohsen), identificó fotos y cuando terminó dijo que tenía más información sobre autoridades argentinas implicadas, pero que no las quería dar para no desatar una crisis. En 2000, «C» acepta ampliar la declaración y, frente a los fiscales y a nuestra abogada Marta Nercellas habla de Menem. Y dijo que se había elegido a la Argentina para hacer los atentados porque Irán ya había hecho negocios con Menem en La Rioja y que si algo salía mal, él los iba a ayudar.
-¿Dónde aparecen los funcionarios que hicieron de nexo para el supuesto pago?
-En esa declaración. «C» dice que tuvo cuatro encuentros con un funcionario de tez trigueña, de unos cincuenta años y con barba candado. Ahora pedimos a Alemania que el testigo declare nuevamente y se enviaron 29 fotos de gente con estas características.
-¿Hubo algún mensaje del menemismo, alguna presión para que no se hable de este tema?
-No (piensa)…, bueno, sí, una cosa menor, un diputado menemista Lamisovsky (Arnoldo), que se presentó como ex presidente de la DAIA Córdoba durante 10 años diciendo que opinaba que la prueba había que producirla y que con eso se demostraría la inocencia de Menem.
-¿Es decir que denunciarían a Menem si fuera culpable?
-No lo pensaríamos ni un segundo; nos mataron 89 personas. ¿Quién me va a hacer levantar el pie del acelerador? Ni que nos peguen un tiro… Igual, déjeme decirle que confirmar que estamos viviendo en un país, cuyo ex presidente aparecía como amigo de los judíos y que esté implicado en los atentados es espantoso.
-¿Qué más habría dicho el testigo «C»?
-Habló de la cantidad de gente, mencionó los nombres incluso, que estaban preparando el atentado y cuenta que en la embajada argentina en Teherán un funcionario le dio a una misma persona cuatro visas diferentes con distintos nombres para la Argentina.
Los dichos de Ercman
José Ercman dijo ayer que no le extrañaba que un diario israelí advirtiera sobre la posible vuelta de Carlos Menem al poder, dado que durante su gobierno se cometieron los dos atentados más graves contra la comunidad judía en el país.
Para el titular de la DAIA el llamado testigo «C» es creíble: actualmente se encuentra analizando documentación enviada desde la Argentina para aportar más datos. Entre ella, hay 29 fotografías de hombres de alrededor de 50 años, de tez trigueña y barba candado que cumplieron funciones durante el gobierno de Menem. Uno de ellos podría ser quien negoció los supuestos 10 millones de dólares que luego se habrían depositado en una cuenta en Suiza, cuyo dueño sería el ex presidente.
La declaración de «C» fue escuchada en México, entre otros, por dos fiscales argentinos y por la abogada de la DAIA, Marta Nercellas. Para ellos también el testigo es confiable.
Los atentados
Atentado: en 1994 el blanco fue la AMIA. Existía el antecedente de la voladura de la embajada de Israel en 1992.
Víctimas: en el estallido de la embajada hubo 29 muertos y 85 en la AMIA.
Rubén Beraja: durante la presidencia del ex titular del Banco Mayo la dirigencia comunitaria se acercó mucho al menemismo, lo que causó una durísima lucha interna.
Teherán: Ercman dice que durante la gestión de Menem en la embajada argentina en Irán se dieron cuatro visas a la misma persona con cuatro nombres diferentes. La foto de ese funcionario sería una de las que tendría el testigo «C» para reconocer.Fte La Nacion