«Estamos buscando, pero nadie quiere dictarle a los palestinos lo que tienen que hacer, ni darles la impresión de que queremos hacerlo», declaró un responsable. «Queremos, y necesitamos, nosotros los estadounidenses, los árabes, los europeos, de alguien con quien podamos trabajar», añadió.
Israel también es consultado, pero de forma meramente informal a fin de evitar que se piense que el Estado hebreo tiene alguna influencia en la selección de las autoridades palestinas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, exigió el pasado lunes la renovación de la dirigencia palestina y el cambio de su líder como condición para el apoyo de Washington a la creación de un Estado palestino.
La búsqueda de un sucesor para Arafat es «muy delicada»: no sólo hace falta encontrar a alguien calificado, ya sea en el mundo político, en el universitario o el empresarial, sino que choca contra la reticencia de los palestinos a cambiar a su jefe, que lidera desde hace más de 40 años, los combates de su comunidad.