Itongadol.- El Centro Comunitario Chalom en conjunto con DAIA, FESERA (Federación Sefaradí de la República Argentina) y el Museo del Holocausto de Buenos Aires conmemoraron los 74 años del Holocausto y la deportación de los habitantes de las comunidades judías de Rodas, Salónica y Cos al campo de exterminio de Auschwitz.
También se conmemoró a todas las comunidades sefaradíes masacradas por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Ocurrió el miércoles 15 de agosto por la noche en el Templo del Centro Comunitario Chalom, se prendieron seis luminarias de Izkor (recordación) en memoria de aquellos que cayeron durante la Shoá, de sobrevivientes fallecidos y en reconocimiento a todos los sobrevivientes; otras dos en recuerdo y homenajea a las víctimas de los atentados terroristas a la Embajada de Israel y al edificio de la AMIA en la Argentina.
El presidente del Centro Comunitario Chalom, Fabián Yohai fue el encargado de prender la primera vela y remarcó: “En nuestra sagrada Torá está escrito ‘Enseñaras a tus hijos y habla de ellas mientras estás en tu casa, mientras estás de viaje, al acostarte y al levantarte’. La Torá hace 3.500 años ya nos marcaba el sendero; no descansaras sin trasmitir el mensaje a tus hijos, todos los días de tu vida. Entre lo mensajes a trasmitir esta este que aprendimos tristemente en el último siglo de existencia. El hombre es capaz de las máximas grandezas y a su vez de las máximas bajezas. La destrucción sistemática de quien es diferente con la mayor precisión por un pueblo que se jactaba de ser altamente culto”.
Luego Yohai se refirió que no se puede aceptar el concepto de ‘posverdad’, una distorsión deliberada de una realidad a fin de manipular a la sociedad, afirmando en relación a la Shoá “Lo que se denomina posverdad nosotros lo llamamos falsificación de los hechos, mentiras para manipular el pensamiento de la gente. Los hechos son incontrastables: la maquinaria nazi asesino a sangre fría a casi 6 millones de miembros de nuestra comunidad hace apenas 74 años por el solo hecho de pertenecer al pueblo judío, hay grupos que niegan la existencia de esta tragedia”.
A continuación Yohai anunció que la institución decidió denominarla David Galante, sobreviviente de la Shoá, y que efectuó un convenio con el Museo del Holocausto por el cual el Sefer Torá que perteneció al Templo Chalom de Rodas, cuyo origen se remonta a los años anteriores a la Inquisición española y que fue escondido durante el nazismo, será expuesto en la muestra permanente del Museo de la Shoá, cuando se reinaugure el edificio.
Gustavo Sakkal, vicepresidente del Museo de la Shoá expresó la necesidad de redoblar los esfuerzos para trasmitir lo ocurrido durante la Shoá, propuso que en un futuro se organice un viaje similar al de Marcha por la Vida que recorra los lugares en donde se asentaban las comunidades sefaradíes que fueron destruidas por el nazismo. Durante el acto se recordó que de los casi dos mil judíos deportados de Rodas, Salónica y Cos tan sólo sobrevivieron entre 150 y 200.
Además, brindó su testimonio David Galante, quien resaltó que todavía tiene presente cuando fue trasladado al puerto del Pireo por los nazis y haber visto los barcos militares aliado no hacer nada para evitar que fueran llevados a los campos de exterminio, el mundo miraba para otro lado mientras los nazis ejecutaban a los judíos, y recordó cuando los moribundos le dijeron a los que estaban en mejores condiciones físicas en el campo de la muerte ‘sálvense para contar lo que vieron’.
Por último, Alberto Hammerschlat, vicepresidente primero de la DAIA, afirmó: “Recordar y honrar a las víctimas del nazismo debe servir para reflexionar sobre el daño irreparable que puede significar callar y esconderse frente al odio y la destrucción. Debemos tener muy en cuenta lo que nos pasó y recordarlo permanentemente”, y añadió: “Estamos aquí para honrar a nuestros hermanos de Rodas, Salónica y Cos, su recuerdo nos da fuerzas para seguir combatiendo con todos los instrumentos jurídicos y políticos a los mensajeros del odio, de la discriminación y de la intolerancia”.
Hammerschlat sostuvo finalmente: “En la DAIA no recibiremos más a ningún negador de la Shoá y a ninguna persona que banalice a la Shoá”.
El acto fue conducido por Marcelo Benbeniste y el jazan del Centro Comunitario Chalom, Alberto Dayan entonó melodías alusivas.
Por su parte el rabino Centro Comunitario Chalom, Marcelo Krawiec, destacó la relevancia de honrar y recordar a las víctimas de la Shoá al introducir la pronunciación del Kadish de Duelo en memoria de quienes fueron asesinados por el nazismo.
EACh.