Itongadol.- Así afirman expedientes de la CIA que fueron recientemente publicados en el marco de la orden del presidente Donald Trump para la investigación del magnicidio del John F. Kennedy. De los mismos se desprende que la agencia de inteligencia investigó en esos días las sospechas de que el genocida no se haya suicidado, sino que se haya escapado a Colombia, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno de los Estados Unidos investigó la posibilidad de que Adolf Hitler viviera en América del Sur en los años 50, reportó el portal de noticias israelí Maariv, en su edición digital en hebreo. Según revelaron los documentos de la CIA que fueron revelados en el marco de la orden del presidente Donald Trump para esclarecer el asesinato del ex mandatario Keneddy.
Según los registros antiguos, la agencia de inteligencia investigó en esos días las sospechas de que el genocida no se haya suicidado, sino que se haya escapado a Colombia, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Según informes de diferentes medios de comunicación en Estados Unidos, un agente de la CIA en Colombia, del que solo se conoce su nombre clave Cimelody-3, envió a Washington un documento sobre un ex soldado de las SS quien sostenía que se había encontrado a Hitler en el país sudamericano.
El soldado Philip Citroen, afirmó haber visto regularmente a un hombre parecido a Hitler, en 1954, en la ciudad de Tunja, cerca de Bogotá. Asimismo, el uniformado añadió que vivía en ese lugar entre ex nazis, bajo la identidad de Adolf Schottlemeyer, y que lo llamaban el Fuhrer y lo saludaban con el saludo nazi.
Como prueba de las declaraciones le entregó al agente de la CIA una fotografía de él con el ex dictador. Además se sostiene que Hitler escapó también a Argentina, luego de haber permanecido en Colombia. Aunque pese a estas evidencias, la agencia de inteligencia no creyó que se tratase de información fidedigna.
Hitler se suicidó finalizada la Segunda Guerra Mundial con un disparo y su esposa Eva Braun lo hizo con cianuro. El dictador solicitó que incineren su cadáver tras su muerte, para evitar el maltrato de su cuerpo. Según lo que se sabe, sus restos, juntos con los de su mujer, fueron encontrados y enterrados en una tumba anónima por la Cruz Roja.
En los años 70, agentes de la KGB sacaron los cadáveres y los incineraron para evitar así todo tipo de homenajes en sus tumbas. Conservaron parte del cráneo de Hitler, pero décadas más tarde se descubrió que se trataba de los restos de Eva Braun.
Pese a todas estas evidencias, nunca se demostró que se tratase del cuerpo de Adolf Hitler, lo que produjo todo tipo de teorías conspirativas sobre el destino del genocida nazi.