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Delegación de América Latina aprende sobre la gestión de aguas de Israel y del KKL

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Itongadol.- Un grupo de expertos en agua de América Latina dedicó una jornada para explorar y aprender acerca del uso que hace Israel de los recursos hídricos, antes de participar en Watech, el congreso más importante de Israel sobre temas relacionados con agua. Vieron la tecnología moderna de desalinización, el reciclaje de aguas residuales, reservorios de agua y el proyecto de recuperación de aguas del valle del Hula.

El Director del Departamento Latinoamericano del KKL, Ariel Goldgewicht, y Lin Dror, de la Oficina de Cooperación Internacional del KKL, acompañaron al grupo de expertos. La jornada comenzó con una visita a la planta de desalinización de Hadera, donde el Sr. Abraham Tenne, consultor sobre temas de agua, aguas residuales y desalinización, les explicó sobre el proyecto de desalinización de Israel: “Israel no tiene suficiente agua, necesitamos por tanto proveer suficiente agua para nuestra población ahora y también en el futuro”, dijo.

Tenne señaló que 50% de los recursos hídricos de Israel están destinados a la agricultura, mientras que 5% para la industria. El sector urbano representa aproximadamente 40% de todo el uso del agua. Israel suministra agua a sus vecinos jordanos y palestinos. Al mismo tiempo, existe la necesidad de ocuparse de los recursos naturales y preservar el agua en los ríos y arroyos.

Según Tenne, Israel tiene un crecimiento demográfico de 1,8%, lo que significa que hacia el año 2050 se prevé un incremento de casi el doble de su población: de 8 millones a 15 millones de habitantes. Cada año, Israel utiliza 1.200 millones de metros cúbicos de agua de fuentes naturales, pero al mismo tiempo, el déficit hídrico anual es de más de 1000 millones de metros cúbicos.

Israel tiene cuatro plantas de desalinización además de la que se encuentra en Hadera (la que produce 127 millones de metros cúbicos de agua anuales) que entró en funcionamiento en el año 2009. Las otras plantas están situadas en: Ashkelón (la que produce 100 millones de metros cúbicos de agua anuales), Palmahim (90 millones de metros cúbicos de agua anuales), Soreq (150 millones de metros cúbicos de agua anuales – la planta de desalinización de ósmosis inversa más grande del mundo), y Ashdod (100 millones de metros cúbicos de agua anuales).

Tomando en cuenta la desalinización de agua salobre, Israel produce actualmente 670 millones de metros cúbicos de agua desalinizada por año. “Hemos logrado con éxito superar dicho déficit”, dijo Tenne. “Pero para que pueda seguir produciendo suficiente agua para la población en permanente aumento, Israel necesitará construir una nueva central de desalinización cada cinco años. Al mismo tiempo, Israel invierte en formas de energía renovable, las que incluyen, gas natural, energía solar y centrales eólicas para brindar energía a dichas plantas. Invertimos además junto a Jordania para construir una planta de desalinización en el lado jordano del Mar Muerto, la que suministrará agua a Jordania, Israel y a los palestinos.

“El agua es un bien estratégico. Si no tienes agua, no puedes tener un país”, agregó Tenne. “El KKL es conocido en Israel no solo por su extraordinarios bosques y árboles, sino también por su trabajo en el ámbito de los recursos hídricos. Ha invertido mucho en el reciclaje del agua y construyó 230 reservorios de agua, además de haber tenido un papel fundamental en el esfuerzo de proteger los recursos naturales y aumentar la eficiencia hídrica”.

Los reservorios donde se almacenan las aguas servidas tratadas son particularmente importantes para los agricultores que pueden entonces utilizar esta fuente de agua para el riego de sus cultivos, dijo Tenne. “Sin estos reservorios sería imposible suministrar suficiente agua para los agricultores. Los reservorios nos permiten almacenar agua de lluvia en invierno y utilizarla luego durante el verano seco. Hoy, 86%de las aguas residuales de Israel son tratadas y recicladas para el riego. La cantidad máxima de aguas residuales que se puede reciclar es de 90%. Somos realmente un líder mundial en el campo del reciclaje de agua”, concluyó Tenne.

El grupo se mostró muy interesado y el Ing. Shachar Cohen, el ingeniero hidrológico de IDE que ayudó a construir la planta de desalinización y ahora la dirige, les hizo una breve visita que concluyó con la degustación del producto final del agua desalinizada. El ingeniero les explicó cómo funciona el proceso de desalinización en todas sus etapas: la bomba de alta presión, el filtro y el tratamiento de agua de ósmosis.

El siguiente punto de la visita del grupo fue la instalación de tratamiento de aguas residuales de Naharía y el Reservorio de Koren, donde recibieron explicaciones del Ingeniero del KKL Eli Arie, y de Adar Snapir de la Autoridad de aguas, sobre el uso de las aguas recicladas por parte de los agricultores locales que cultivan principalmente aguacate (palta) y bananas. Las plantas de tratamiento sirven a una población de unas 50.000 personas y producen aproximadamente 15.000 metros cúbicos de agua reciclada, que se almacena en el reservorio de Koren, el que fue construido por el KKL, explicó Snapir.

“Este reservorio de 220 dúnam (22 hectáreas) salvó a la agricultura local y a toda la región. A comienzos del año 2000 no hubo casi lluvias y casi todos los agricultores se vieron obligados a talar sus propios huertos”, señaló Snapir. “En los años 2005-2006, la planta de tratamiento y el reservorio comenzaron a funcionar y la agricultura aquí comenzó a florecer nuevamente. Después de diez años de suministro de agua de la planta y del reservorio, esta zona se transformó en uno de los productores más importantes de aguacate y banana”.

Impresionado por el impacto del reservorio y la reutilización del agua reciclada, el Ing. Eliezer Gurovich, miembro de la delegación, un ingeniero agrónomo de Chile, señaló que Israel es un líder en el mundo en tecnología de agua.

“Israel es un país muy abierto, tiene un gran deseo de mostrar al mundo sus logros, compartir su conocimiento y adaptar sus tecnologías a las diferentes condiciones que imperan en otros países”, dijo. “El reservorio que hemos visto ha literalmente cambiado la vida de los agricultores. Es impresionante. El KKL es un factor crucial en la reutilización de las aguas residuales depuradas. Latinoamérica se encuentra bien detrás de Israel en este área y necesitamos llevar a la práctica estos métodos cuando regresemos a casa”.

Aldo Espósito, Presidente de Uiscumarr, la Unión de Industriales para el saneamiento de la cuenca de Matanza-Riachuelo y Reconquista en Argentina, visitó Israel en varias ocasiones en el pasado. Dijo estar muy interesado por la forma en que Israel maneja sus recursos hídricos: “Es importante ver cómo en regiones semi-áridas, Israel es capaz de desarrollar agricultura, manejar agua y poner a disposición de los agricultores el agua en lugar de dejarla desembocar en el océano”, dijo Espósito. “Quisiera traer este método de gestión de agua al regresar a mi país, tanto en términos del uso como la conservación. Argentina es un país muy rico en cuanto a sus recursos naturales, pero somos muy deficientes en nuestra tecnología. Aquí vemos cómo Israel ha logrado manejar con éxito recursos naturales limitados. Estos proyectos se iniciaron para responder a una necesidad, pero ahora, esta necesidad ha creado un nuevo futuro”.

El desafío de conservar la sostenibilidad aumenta, señaló el Ing. Fernando Fontán, Presidente del LATU (el Laboratorio Tecnológico del Uruguay). “Sabemos que Israel es un líder mundial en todas las cuestiones relacionadas con la tecnología hidráulica”, dijo, señalando que hasta ahora Uruguay ha utilizado la desalinización en pequeña escala. “Tenemos la responsabilidad de ofrecer a nuestra gente la mejor calidad de agua, por lo tanto, debemos aprender esta tecnología y el modo de reciclar en forma eficiente el agua. En Uruguay, tenemos precipitaciones anuales buenas pero irregulares, por lo tanto, es importante aprender acerca de cómo reciclar agua para el riego.

“Debemos trabajar juntos para encontrar las mejores posibilidades”, concluyó. “Israel ha alcanzado un nivel excelente de uso de agua a pesar de los desafíos que enfrenta. Hemos visto cómo la agricultura puede florecer sin recursos naturales. Tal vez podamos utilizar estos métodos en sitios en los que las lluvias son irregulares. Hemos creado un vínculo de cooperación y aprendimos cómo adaptar la tecnología israelí a nuestro país”.

Hacia el fin de la jornada, el grupo visitó el Parque del Lago Hula y aprendió acerca de cómo el KKL recuperó la zona pantanosa, la que se ha transformado hoy en una importante estación en el camino para las aves migratorias. Los visitantes recorrieron el parque en un vehículo especial para observar aves y vieron así la belleza de los pájaros en vuelo, la destreza de un gato montés que salió disparado de entre las hierbas, y la belleza de la puesta del sol del valle del Hula al final de una jornada larga pero muy satisfactoria.

“Los logros del KKL son una fuente de orgullo para nosotros, para el gobierno de Israel y para todo el pueblo judío”, dijo Goldgewicht. “Es un verdadero placer y honor tener la oportunidad de compartir estos logros con profesionales de Latinoamérica que comprenden realmente su significado”.

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