Inicio NOTICIAS Atentado/Embajada. Se cumplen 25 años de una masacre terrorista que para la Corte Suprema está “resuelta”

Atentado/Embajada. Se cumplen 25 años de una masacre terrorista que para la Corte Suprema está “resuelta”

Por
0 Comentarios

AJN (Por Lic. Claudio Gustavo Goldman).- El 17 de marzo se cumplirán 25 años del atentado a la Embajada de Israel en la Argentina, una masacre terrorista que provocó 29 muertos -sólo 22 de ellos fueron identificados- y centenares de heridos y para la Corte Suprema de Justicia está “resuelta”.

Así lo informó hace cuatro años, a través de voceros y en referencia al fallo del 23 de diciembre de 1999, que dio por acreditado que el ataque fue realizado por la organización terrorista libanesa Hezbollah, a través de su brazo armado, la Jihad Islámica.

Un presunto terrorista suicida habría detonado una camioneta Ford F-100 repleta de una mezcla de hexógeno y pentrita a las puertas de la casona donde funcionaba la legación, situada en Arroyo 910, casi Suipacha.

El vehículo fue comprado con dólares estadounidenses que tenían marcas características de las casas de cambio de Biblos, en El Líbano.
Por tratarse de una representación extranjera, la competencia originaria le correspondió a la Corte Suprema de Justicia, que en los primeros años casi nada avanzó en la investigación, de la mano del entonces octogenario presidente Ricardo Levene (h) y su secretario, Alfredo Bisordi, y luego, de la composición con “mayoría automática” menemista, encabezada por Julio Nazareno.

Tras diversos intentos por cerrar la causa o adjudicar la explosión a un “autoatentado” o a la presencia de un nunca probado “arsenal” supuestamente escondido en el sótano de la Embajada, recién cinco años después se designó a un secretario especial, Esteban Canevari, quien empezó a impulsar la pesquisa con mayor responsabilidad.

Con el advenimiento del kirchnerismo, el cambio en la composición de la Corte y la designación, en 2005, del fiscal especial José Luis Mandalunis, actual secretario judicial en Asuntos Penales, Contravencionales y de Faltas del Tribunal Superior de Justicia porteño, para revisar lo actuado hasta ese momento despertaron ciertas esperanzas que no fueron satisfechas.

En la actualidad, y más allá de diversos señalamientos a personajes como el traficante de armas Monzer al-Kassar, sólo existen órdenes de captura dictadas en 2006 para el colombiano de origen libanés José Salman el-Reda Reda, casado con una argentina y sospechoso de ser el coordinador local del ataque, y el libanés Hussein Mohamad Ibrahim Suleiman.

En febrero del año pasado, la embajada de Israel aportó una foto actualizada, los datos biométricos e información que ayudaría a localizar a este último en su país, y también relevantes referencias sobre su cómplice, hermano de Samuel El Reda, supuesto jefe de la red latinoamericana que Hezbollah montara en la década de 1990.

Según la inteligencia argentina, Suleiman fue arrestado en 2001 en Jordania y habría confesado que en 1991 viajó a San Pablo y a principios de 1992 a Foz de Iguazú, donde recibió los explosivos utilizados en el atentado.

Luego habría ingresado a la Argentina en micro, con los mismos disimulados en cajas de alimentos.

El Reda fue arrestado en Rosario en 1992, con gran cantidad de dólares falsos, pero quedó libre por falta de pruebas.

También tenía orden de captura el entonces líder operativo de Hezbollah, Imad Moughniye, quien fue asesinado con un coche-bomba en 2008, en Damasco, Siria, y recientemente fue eliminada su “notificación roja” de Interpol.

Quedan muchas preguntas sin responder, fundamentalmente la responsabilidad de una “conexión local” y un eventual encubrimiento posterior, además de la increíble anécdota del móvil policial desviado de su recorrido habitual para investigar… el robo de una lapicera en el Palacio San Martín, la sede la Cancillería, lo cual dio lugar a especulaciones sobre una probable “zona liberada”.

El atentado a la Embajada de Israel fue el peor ataque terrorista en la historia de la Argentina hasta la voladura de la AMIA el 18 de julio de 1994, que dejó un saldo de 85 muertos y centenares de heridos, y el ataque más sangriento contra una misión diplomática israelí.
Tras años de lucha, los familiares de las víctimas y los sobrevivientes lograron la sanción, por unanimidad, de una ley resarcitoria que habilitó una indemnización que ya cobraron.

Si bien éstos y las autoridades de la legación trabajan en la organización de los actos alusivos, se descuenta que -como es tradicional- el evento central será el mismo 17 de marzo, desde las 14 hs., en la plaza seca que lleva el nombre de la sede diplomática, situada en la esquina de Arroyo y Suipacha, donde funcionara la misma al momento de la tragedia, y que la juventud se congregará allí en la víspera.

Esta vez tendrán una característica particular, por el carácter simbólico de la cantidad de años transcurridos, y por ello es dable esperar una significativa representación nacional, comunitaria e israelí, así como la llegada de los deudos y supervivientes que viven en ése y otros países, tal como ocurrió para el 20º aniversario.

De seguro los organizadores esperarán la presencia de la sociedad en general, para acompañar a familiares y sobrevivientes, dado que a pesar del blanco seleccionado, la mayoría de las víctimas no perteneció al personal de la embajada ni eran judíos, en una nueva muestra del indiscriminado accionar del terrorismo y el desinterés por la vida humana, independientemente de su origen, credo o nacionalidad.
Basta como muestra advertir que entre los muertos hubo argentinos, israelíes, bolivianos, un uruguayo y otro italiano, ancianas alojadas en un geriátrico ubicado enfrente de la legación, ocasionales peatones y hasta un cura.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más