Shloime “Cacho” Barnatan, un rabino argentino que vive en el norte de Israel y que estuvo anoche en la tragedia de Merón, dialogó con la Agencia AJN sobre lo sucedido en el evento de Lag Baomer: “El problema fue que toda la zona de Merón es una ciudad antigua, con pasajes muy angostos y escaleras resbalosas de piedra”.
Agencia AJN.- El rabino argentino Shloime “Cacho” Barnatan, que actualmente vive en la ciudad de Tzfat, en el norte de Israel, y que estuvo en la tragedia ocurrida anoche durante la festividad de Lag Baomer, afirmó a la Agencia AJN que “el lugar no dio abasto. Se llenó tanto de gente que se empezaron a apretar unos con otros y se terminó transformando en una montaña de cuerpos”.
Al menos 45 personas murieron y unas 150 resultaron heridas en la madrugada del viernes en una avalancha humana ocurrida en el Monte Merón. Según Barnatan, “las fuerzas de seguridad y la organización estaban muy bien preparadas”, pero la cantidad de gente que asistió en 24 horas superó el medio millón de personas, lo que generó que la ciudad colapsara.
Además, destacó que gran parte de los asistentes al evento eran extranjeros y explicó en qué consiste Lag Baomer y por qué reúne a tanta gente en Israel.
-¿Qué vio usted durante el evento en Merón?
-Yo no estuve en la zona de la tragedia, sino en la parte alegre. La gente piensa que había un desorden absoluto y un desborde que terminó en tragedia. Pero no fue exactamente así. Las fuerzas de seguridad y la organización estaban muy bien preparadas y estaba todo muy ordenado. Y más allá de haber decenas de miles de personas juntas, estaba dentro de todo ordenado. No había una actitud ‘bruta’ y se respetaron muy bien las normas. Pero la verdad que el problema fue que toda la zona de Merón es realmente una ciudad antigua, con pasajes muy angostos y escaleras resbalosas de piedra antigua. La cuestión fue que el lugar no dio abasto. Se llenó tanto que se empezaron a apretar unos con otros y se terminó transformando en una montaña de cuerpos. Y los pobres que quedaron abajo no sobrevivieron.
-¿El evento se realizó sobre la estructura original de la ciudad o sobre una estructura construida?
-En ambas. La estructura original, como de cualquier ciudad antigua de Israel, tiene esa piedra que es un poco resbalosa, y después había estructura metálica construida. Al principio se pensó que había colapsado una de las tribunas, pero no fue el caso. Las tribunas aguantaron bien. Lo que colapsó fue la falta de espacio físico para tanta gente. No hubo algo específico que estuvo mal hecho, sino que faltó algo de visión y darse cuenta que si este evento crece tanto, habría que hacer una mega remodelación que le dé a la ciudad antigua una estructura que pueda soportar tanta gente.
-¿Se puede comparar con la tragedia de la puerta 12 que ocurrió en la cancha de River?
-Sí, fue como cuando una puerta está cerrada y se amontona un montón de gente. Simplemente se aplastaron.
-Es muy común que jóvenes argentinos vayan a estudiar a Israel…
-Gran parte de la gente que había en el evento eran extranjeros. De hecho yo fui con alumnos de la institución en la que enseño, que son todos norteamericanos. Miles de extranjeros van todos los años a Israel y cientos son latinoamericanos. Este es el evento más multitudinario y esperado del año a nivel religioso, y creo que es el evento más grande de todo Israel. Se estima que en las 24 horas de Lag Baomer todos los años que se hace este evento llega más o menos medio millón de personas.
-Para aquellos que no saben qué es Lag Baomer, ¿cómo lo explicaría brevemente?
-El Rabí Shimón Bar Yojai vivió hace 1900 años, fue uno de los grandes sabios de la época del Talmud y, más allá de ser un gran legalista de la Ley judía bíblica, también fue el primero que empezó a enseñar la parte mística, esotérica de la Torá, la parte ritual del judaísmo, que hoy tanto se conoce y está tan de moda como es la Kabalá. Él es el padre de esta sabiduría milenaria. Hay muchísima gente que la estudia y vive de acuerdo a sus enseñanzas. Él pidió que el día de su fallecimiento se conmemorara con alegría, por las enseñanzas que dejó y no por la partida física. Entonces quedó la costumbre desde hace cientos de años de hacer este festejo.
-¿Sectores de Israel utilizaron este hecho para hacer críticas hacia la ortodoxia?
-Yo creo que, como siempre, cuando hay una víctima, siempre va a haber algún cuervo esperando para alimentarse. Y lo que quiero decir es que a veces los medios aprovechan las crisis para profundizar la distancia y polarizar. Igual, quiero rescatar que muchos medios y muchas personalidades importantes salieron a pedir que haya responsabilidad, que seamos adultos, y no se empiece a buscar culpables, sino que era mejor dedicarse a ayudar. Creo que ese es el mensaje correcto. Quiera Hashem darle consuelo a las familias de las víctimas y pronta curación a los heridos.