Itongadol.- Otra prueba de la crueldad de Hamás: funcionarios médicos que tratan a los rehenes que regresaron en la última entrega, el sábado, cuentan que según los exámenes realizados hasta ahora parece que la manera en que fueron privados de comida en cautiverio fue particularmente cruel: la cantidad de comida que les daban era la mínima para mantenerlos vivos, sin morir de hambre.
En otras palabras: los terroristas de Hamás hicieron todo lo posible para que la hambruna fuera difícil y cruel, pero tuvieron cuidado de no matarlos de hambre. Esta dura política de hambruna de Hamás explica la grave desnutrición con la que regresaron en la última entreg los tres rehenes: Ohad Ben Ami, Or Levy y Eli Sharabi.
El sobreviviente del cautiverio Ofer Calderón emitió un comunicado en el que contó sobre las difíciles condiciones del cautiverio: «Inmediatamente después de que terminara el primer acuerdo, las condiciones de mi cautiverio y las de muchos otros rehenes se endurecieron y se volvieron especialmente difíciles».
Shelly, la madre de Omer Shem Tov, dijo ante la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset (Parlamento de Israel): «Cuando vi salir a Eli Sharabi, inmediatamente me retrotraje 80 años. La Shoá es algo que no conocemos en nuestro país, de cuando no teníamos un país propio. Allí nos mataban de hambre, nos masacraban… ¿Cómo puede ser que en el año 2025 haya personas, civiles, retenidas en condiciones infrahumanas?».