Itongadol/Agencia AJN (por Eduardo Chernizki).- Benjamín Netanyahu se ha visto obligado a emitir una comunicación por Twitter a los legisladores del Likud en el que afirma que el partido que conduce no puede gobernar si sus miembros no son disciplinados, especialmente durante la crisis del coronavirus que está azotando fuertemente a Israel. «Dije ayer en la reunión del bloque que respaldaría al presidente de la coalición Miki Zohar en la acción disciplinaria que tomara. Pido a todos los miembros del Likud que muestren responsabilidad, que tengan cuidado en mantener la disciplina y que detengan los ataques innecesarios dentro del bloque», manifestó el primer ministro.
Este mensaje de Netanyahu evidencia las divisiones que se producen en el bloque parlamentario de Likud, que ocurren cuando se acrecientan las manifestaciones críticas a la manera en que se está enfrentando la pandemia del COVID-19, y en las que se acusa al primer ministro de no tomar las medidas correctas. Además, agregando tensión al contexto, los medios de prensa están planteando que el mandatario está generando conflicto al interior de la coalición gobernante que podrían forzar el llamado a nuevas elecciones, con las últimas encuestas reflejando que el Likud perdería entre 5 y 6 escaños en la Knesset (Parlamento) si la votación fuera en estos días.
Una de las responsabilidades de Miki Zohar, hombre de confianza de Netanyahu y presidente de la coalición, que a su vez es la máxima autoridad del bloque parlamentario del Likud, es mantener la disciplina de los representantes de su partido. Esto quiere decir que debe apoyar las decisiones que toma el gobierno, y puede sancionar a quienes no lo hagan.
Hace algunos días, Zohar le envió una nota a la legisladora Yifat Shasha-Biton, quien ha frustrado las últimas medidas del gobierno para intentar contener el brote del coronavirus contrariando algunas de sus decisiones, informándole que solicitaría al plenario de la Knesset que sea retirada como responsable de la comisión del Coronavirus del Parlamento.
También Zohar sancionó a otros miembros del Likud, ministros y miembros de la Knesset por haber votado en contra de lo resuelto por la coalición, o por haber estado ausente del plenario de la Knesset cuando se votaban temas importantes.
De acuerdo a lo informado por Ynet, los sancionados por estar ausentes son el ministro de Seguridad Pública, Amir Ohana, el ministro de Finanzas, Israel Katz, el ministro de Educación, Yoav Galant, los ex ministros Ofir Akunis y Eli Cohen, y a los legisladores Shasha-Biton, Shlomo Karhi, Keren Barak, Sharren Haskel, Uzi Dayan y Avi Dichter, a quienes les prohibió presentar proyectos de ley hasta el final del mandato del actual gobierno. Por otro lado, al legislador Michal Shir se le ha prohibido presentar mociones para la agenda hasta que termine el período, debido a su voto a favor de prohibir la terapia de conversión gay en Israel.
Estas sanciones fueron convalidadas por el primer ministro Netanyahu.
Varios de los sancionados reaccionaron solicitando por escrito que Miki Zohar sea removido de su cargo de presidente de la coalición gubernamental y del bloque parlamentario del Likud. Esta moción contó con la adhesión de otros representantes parlamentarios del Likud, totalizando un total de 12 firmantes, sin alcanzar la mayoría interbloque que permitiría que el desplazamiento se concrete.
Entre los sancionados se encuentra el MK Shlomo Karhi, uno de los que inició el pedido de remoción de Zohar, a quien se lo castigo por “insubordinación”. En Twitter, Karhi afirmó que Zohar está dividiendo al bloque y que está perjudicando por igual al partido y al primer ministro.
Por su parte, Shasha-Biton afirmó que la sanción que le aplicó Zohar en realidad la decidió el primer ministro por que había actuado de acuerdo a lo que consideraba conveniente.
Times of Israel reproduce un mensaje de Twitter de Miki Zohar en el que dice “En una consulta conjunta con el primer ministro, se decidió imponer sanciones a quien viole la disciplina [de la coalición] exactamente como lo ha hecho todo gobierno israelí en la historia. Lamento que haya quienes no sepan aceptar las críticas y, en cambio, participen en luchas internas”.
Que públicamente Netanyahu tenga que avalar que se tomen medidas tan duras (sanciones) a miembros de su propia agrupación política, y que a la vez un grupo de los castigados soliciten la remoción de quien tiene la facultad de aplicar las sanciones, está indicando la existencia de una lucha de poder que parecía inexistente luego de la última victoria electoral del Likud en marzo pasado. La pregunta es si Netanyahu para poder sostener su liderazgo partidario deberá aceptar lo que le solicitan los legisladores sancionados o no.