AJN/Itongadol.- El ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, James Cleverly, dijo el lunes que Ali Reza Akbari, un ciudadano británico-iraní que fue ejecutado por Irán el sábado, fue «atraído de regreso» al país hace tres años antes de enfrentar un proceso legal arbitrario.
«Ellos (la familia de Akbari) han compartido su terrible experiencia. Una terrible experiencia que comenzó hace poco más de tres años, cuando fue atraído de regreso a Irán», dijo Cleverly en un comunicado en el parlamento.
«Fue detenido y luego sometido al notorio y arbitrario proceso legal del régimen» iraní, dijo.
Akbari se desempeñó como viceministro de Defensa y los iraníes creen que envió información a agencias extranjeras de inteligencia, información que fue utilizada para la eliminación del jefe del plan nuclear de Irán, Mohsen Fakhzriadeh, en 2020.
Cleverly advirtió el viernes de no ejecutar a Akbari. El país europeo definió la misma sentencia de muerte impuesta a Akbari como política y pidió su liberación inmediata.
Se le pidió a la familia de Akbari que fuera a la prisión para una visita final el miércoles y su esposa dijo que lo habían trasladado a confinamiento solitario.
El ex viceministro de Defensa iraní fue arrestado en 2019 y condenado por espiar para Gran Bretaña, lo cual negó.
Gran Bretaña instó el miércoles a Irán a liberar a Akbari.
«Estamos apoyando a la familia del señor Akbari y hemos planteado repetidamente su caso ante las autoridades iraníes», dijo un portavoz de la Cancillería británica en un comunicado.
“Nuestra prioridad es asegurar su liberación inmediata y hemos reiterado nuestra solicitud de acceso consular urgente”.
Asimismo, la ejecución del manifestante iraní Mohamad Broghani se suspendió durante un nuevo juicio de su caso el miércoles, según la agencia de noticias Tasnim.
El domingo por la noche, manifestantes se reunieron en la prisión de Rajaei-Shahr en Karaj después de que se difundieran informes de que los manifestantes Mohammad Ghobadlu y Broghani habían sido trasladados a confinamiento solitario antes de su ejecución prevista.
Según la cuenta de Twitter 1500tasvir, que comparte imágenes de las protestas, los manifestantes Ghobadlu y Broghani fueron trasladados a confinamiento solitario el domingo por la noche, lo que generó preocupación de que corrían un riesgo inminente de ejecución.
Los disturbios en la República Islámica de Irán comenzaron el 16 de septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que se encontraba bajo custodia de la Policía de la Moralidad, detenida por no llevar puesto correctamente el hiyab.
Javad Rouhi fue condenado a muerte acusado de «corrupción en la Tierra», informó el sitio web de noticias Mizan Online del Poder Judicial.
La sentencia, que aún puede ser recurrida, eleva a 18 el número total de personas que la judicatura ha anunciado que han sido condenadas a muerte en relación con las protestas.
Rouhi fue declarado culpable de «liderar un grupo de alborotadores», «incitar a la gente a crear inseguridad», así como de «apostasía por profanación del Corán quemándolo», informó Mizan Online.
El papa Francisco condenó a Irán por utilizar la pena de muerte contra manifestantes que exigían un mayor respeto por las mujeres.
Las palabras del Papa, pronunciadas en su discurso anual a los diplomáticos acreditados ante el Vaticano, fueron las más enérgicas desde el inicio de las protestas nacionales en Irán.
«El derecho a la vida está amenazado también en los lugares donde se sigue imponiendo la pena de muerte, como sucede en estos días en Irán, tras las recientes manifestaciones que exigen un mayor respeto de la dignidad de la mujer», dijo Francisco.
«La pena de muerte no puede ser empleada para una pretendida Justicia de Estado, ya que no constituye un elemento disuasorio ni hace justicia a las víctimas, sino que solo alimenta la sed de venganza», afirmó.