Itongadol/Agencia AJN.- El mural titulado “La Estrella de David”, en homenaje a la escritora y sobreviviente del Holocausto Edith Bruck y creado por el artista contemporáneo aleXsandro Palombo, encontró un hogar permanente en el Museo de la Shoá de Roma.
Originalmente ubicado en Milán, el mural fue reinstalado como un poderoso símbolo de resiliencia, memoria y lucha contra el odio, tras el vandalismo antisemita que intentó dañarlo.
Edith Bruck, una de las últimas testigos vivas del Holocausto, asistió a la inauguración de la obra, acompañada por el embajador israelí en Italia, Jonathan Peled; la presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, Noemi Di Segni, y otras figuras distinguidas.
En su intervención en el evento, Bruck enfatizó la importancia de que el mural siga existiendo, incluso después de ser vandalizado.
“El mural debe vivir precisamente porque fue vandalizado, y por eso vivirá, y todo lo relacionado con la memoria y lo que he vivido personalmente debe vivir”, expresó Bruck. “Después de que lo desfiguraran, finalmente vivirá. Vivirá porque ha regresado a Roma, donde vivo”.
El mural, que representa a Bruck con el uniforme a rayas de una deportada y la bandera israelí sobre los hombros, conmemoró originalmente el 80º aniversario de la liberación de Auschwitz.
La impactante obra se inauguró en Milán en enero de 2025, pero pocos días después, se vio afectada por un acto antisemita. La Estrella de David, símbolo tradicional de unidad para el pueblo judío, fue borrada y el rostro de Bruck pintado.

A pesar del vandalismo, Bruck mantuvo un mensaje de paz y perdón, afirmando no guardar resentimiento ni odio hacia los responsables del acto.
“No conozco la venganza ni lo que es, ni quiero conocerla jamás en mi vida”, añadió Bruck. “Estoy libre de toda venganza; dije que la Puerta Santa es mi corazón y que no odio a nadie”.
La pieza se suma a otras obras de Palombo en la colección de la Fundación Museo de la Shoá, incluida «Antisemitismo, historia repetida», que fue adquirida en enero de 2025.