Itongadol.- El Tribunal Superior de Justicia rechaza una petición del gobierno para que el tribunal acelere su debate sobre la legalidad del despido del jefe del Shin Bet, Ronen Bar.
El tribunal ha dictado una orden provisional que paraliza el despido de Bar y da tiempo a las partes para negociar una solución acordada.
Ayer, el gobierno exigió que el tribunal rescindiera la medida cautelar, en una adición a un dictamen jurídico presentado por un abogado de Boaz Miran, hermano del rehén de Gaza Omri Miran y miembro del Foro Tikva de línea dura.
En su respuesta, el tribunal lamenta que la petición no haya sido presentada directamente por el gobierno. Los jueces Isaac Amit, Daphne Barak-Erez y Noam Sohlberg dicen que la petición se basa en informaciones de los medios de comunicación, «que no pueden servir de base para una decisión judicial».
Dicen que las decisiones ulteriores se basarán en declaraciones juradas que se presentarán en los próximos días, e invitan a las partes a presentarlas.
Los jueces rechazan el argumento del gobierno de que la imposición de un jefe del Shin Bet del que desconfían pone en peligro la seguridad y priva al gobierno de sus poderes. «Al gobierno se le confía la toma de decisiones diplomáticas y de defensa, y la existencia de una revisión judicial respecto a un nombramiento, por muy alto que sea, no le quita eso en modo alguno», escriben.
El gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu votó en marzo el despido de Bar, alegando una ruptura de la confianza. La destitución sin precedentes -que se produjo en medio de una investigación de alto perfil y en curso del Shin Bet sobre varios de los ayudantes cercanos de Netanyahu- fue inmediatamente impugnada. El tribunal dictaminó hace dos semanas que, aunque se está buscando un compromiso sobre el procedimiento utilizado para despedir a Bar, mientras tanto no puede ser destituido de su cargo.