Argentina gana por primera vez el primer premio en el certamen internacional de emprendedurismo social organizado por la fundación: “Iniciativa Cadena”, de la mano de dos estudiantes de 15 años de la Escuela Secundaria Scholem Aleijem, con su proyecto “Acompañamiento Psicosocial” para migrantes adolescentes.
“Ser indiferente al sufrimiento es lo que hace al humano, inhumano” Estas palabras de Elie Wiesel son las que guiaron a Ilanit Segal y Candela Rodriguez Weitzman, estudiantes de tercer año, de la escuela Secundaria Scholem Aleijem, en su proyecto solidario.
Cadena es una fundación internacional sin fines de lucro para la asistencia humanitaria frente a desastres y emergencias alrededor del mundo, que propone cada año un certamen internacional dirigido a estudiantes de escuelas secundarias.
La participación en esta actividad se incluye dentro de las propuestas de la escuela, incentivando el compromiso y la responsabilidad social.
El proyecto ganador: “Acompañamiento Psicosocial” para migrantes adolescentes, desarrollado por Ilanit y Candela, propone llevar a cabo un acompañamiento entre pares, que permite una mejor inserción de migrantes adolescentes en la sociedad. El mismo, se gestó en el año 2020, transitando la pandemia por COVID-19, en un contexto de clases virtuales, donde las estudiantes se preguntaron por la salud mental en este desastre humanitario, empatizando con migrantes, de sus mismas edades, que se encuentran en condición de vulnerabilidad por la propia inmigración.
Las alumnas investigaron, y diseñaron un plan de acción.
Para el desarrollo del proyecto se trabajó con un modelo pedagógico basado en tutorías y de manera interdisciplinaria, con profesores del colegio de diversos campos, el área de Ciencias sociales colaboró en relación a los contenidos como así también el área de Naturales, quien brindó la fundamentación científica para el armado del mismo.
Durante su recorrido, las estudiantes, supervisaron, a su vez, con profesionales externos, del campo de la psicología, especialistas en la problemática elegida.
La experiencia implicó tres instancias de competencia: una primera intraescolar, donde se enfrentaron a otros proyectos de sus compañeros; una instancia interescolar, donde lograron alcanzar la representación de los colegios de la Argentina, y finalmente la instancia internacional, donde, las dos adolescentes, tuvieron que presentar y defender su proyecto frente a un prestigioso jurado que las llevó a ganar el certamen.
Es necesario comprender que la vida en valores implica la puesta en práctica de ellos, por eso destacamos el valor del premio obtenido: que dos jóvenes de apenas 15 años se conviertan en agentes de cambio, llevando adelante un proyecto de emprendedurismo social que posibilite un impacto en la realidad de migrantes adolescentes.