Itongadol.- Un grupo de investigación dirigido por psicólogos y neurocientíficos de Beersheba, Ramat Gan, Boston y Cambridge propuso un nuevo concepto para predecir el autismo y los rasgos de esta enfermedad.
El desequilibrio empático combina dos tipos de empatía en una sola escala. La empatía cognitiva, que se refiere a la capacidad de reconocer los estados mentales de otras personas; y la empatía emocional, que responde al estado mental de otra persona con una emoción adecuada.
El autismo es una condición común del neurodesarrollo y se caracteriza por marcadas dificultades sociales, especialmente en la comunicación. La dificultad de comunicación puede explicar en parte por qué muchas personas autistas son vulnerables a la exclusión, muestran altos índices de dificultades de salud mental, incluidas la depresión y la ansiedad, y en ocasiones manifiestan sentirse incomprendidas por los demás.
Las investigaciones anteriores generalmente -pero no siempre- encontraron déficits en la empatía cognitiva entre los diagnosticados con autismo. Pero esto contradecía lo que algunos autistas informaban de que tenían demasiada empatía.
Ahora, los doctores Florina Uzefovsky e Ido Shalev, del departamento de psicología de la Universidad Ben-Gurion y su Centro Zlotowski de Neurociencia, el doctor Alal Eran, del departamento de ciencias de la vida de la Universidad Ben Gurión (BGU) y del Hospital Infantil de Boston, y sus colegas de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Bar-Ilan, proponen estudiar cómo interactúan la empatía cognitiva y la emocional a través de un nuevo concepto que denominaron desequilibrio empático.
Sus conclusiones acaban de publicarse en la revista Autism Research con el título «Reexaminando la empatía en el autismo: El desequilibrio empático como nuevo predictor del diagnóstico de autismo y de los rasgos autistas».
Dr.Florina Uzefovsky. (credit: DANI MACHLIS/BEN-GURION UNIVERSITY OF THE NEGEV)
En relación a la investigación, la doctora Uzefovsky expresó que resulta »demasiado simplista decir que los diagnosticados de autismo carecen de empatía cognitiva o que carecen de empatía emocional».
«Necesitamos una comprensión más matizada de cómo se relacionan ambas empatías, lo que creemos que puede ayudar al diagnóstico y a la comprensión de algunos rasgos autistas», agregó la doctora Uzefovsky.
Además, los investigadores explicaron que cada tipo de empatía está «arraigada en mecanismos neurobiológicos distintos pero interrelacionados. Se necesita un equilibrio entre estos aspectos para el funcionamiento social. Las personas diagnosticadas de autismo pueden tener niveles de empatía comparables a los de la población general, pero un exceso relativo de empatía emocional puede dificultar algunas interacciones sociales. De ahí el desequilibrio empático».
El equipo realizó un estudio con 1.905 personas diagnosticadas de autismo (54% mujeres), con edades comprendidas entre los 18 y los 80 años, y 3.009 controles típicos (75% mujeres), con edades comprendidas entre los 18 y los 92 años.
Los participantes completaron cuestionarios online para evaluar su desequilibrio empático.
Finalmente, los investigadores descubrieron que los diagnosticados de autismo presentaban mayores tasas de desequilibrio empático, pero también descubrieron que este desequilibrio también era útil para analizar la empatía en la población no autista.
«Este concepto abre varias vías interesantes de investigación sobre el autismo y la empatía», concluyó Uzefovsky.
Fuente: The Jerusalem Post.