Itongadol.- El 10 de Shvat, coincidente este año con el miércoles 5 de febrero, se cumplen 70 años del momento en que “El Rebe”, el rabino Menajem Mendel Schneerson asumió el liderazgo de Jabad Lubavitch, al fallecer el Rebe Anterior, el rabino Yosef Yitzchak Schneerson, de quien era su yerno.
A lo largo de estas siete décadas Jabad Lubavitch, liderado por “El Rebe” generó acciones que han influido en el acontecer de todo el pueblo judío.
El Rebe nació en el año 1902, el 11 de Nisán, en Nikolaiev, Rusia. Hijo del célebre cabalista y sabio talmúdico, Rabí Levi Itzjak Schneerson, y la Rebetzn Jana, hija de una prestigiosa familia de rabino; es el tataranieto del tercer Lubavitcher Rebe: Rabí Menajem Mendel de Lubavitch.
Al ser su padre nombrado Superior Rabino de la ciudad ucraniana de Iekaterinoslav, hoy Dnepropetrovsk, la familia dejó Rusia, y siendo infante “El Rebe” fue considerado un «Ilui», un prodigio de la Torá, poseedor de una prodigiosa agudeza mental y los siguientes diez años los pasó inmerso en el estudio de la Torá.
En 1929, contrajo enlace en Varsovia con la Rebetzn Jaia Mushka, segunda hija del Rebe Anterior y el el lunes 28 de Sivan de 5701 (23 de junio de 1941) el Rebe y la Rabanit arribaron a EE.UU, donde su suegro lo puso a la cabeza de las recientemente fundadas organizaciones: Merkoz Leinionei Jinuj -brazo educativo de Lubavitch-, Majne Israel -el servicio social del movimiento- y Kehot Publication Society – departamento editorial de Lubavitch.
Muy poco después el Rebe comenzó a escribir sus eruditas notas sobre varios tratados jasídicos y cabalísticos, así como una amplia variedad de responsa sobre temas de Torá. Con la publicación de estas obras su genio fue muy pronto reconocido por eruditos judíos de todo el mundo.
Luego de la desaparición de Rabí Iosef Itzjak Schneerson, el 10 de Shvat del año 5710 (1950), Rabí Menajem M. Schneerson asumió el liderazgo del movimiento. Las actividades e instituciones de Lubavitch adquirieron muy pronto nuevas dimensiones. La filosofía de Jabad de llegar a otros, basada en el testo bíblico “Y te expandirás al oeste y al este, al norte y al sur” (Génesis 28:14), fue traducida de inmediato en acción, en tanto Centros Jabad se abrían en decenas de ciudades a lo ancho de EE.UU primero y después “El Rebe” lanzó un programa sin precedentes para llegar a cada judío enviando Shlujim (emisarios) a fin de que establezcan entros de Jabad en cada rincón del mundo, respondiendo a las necesidades de sus comunidades con total entrega y dedicación.
“El Rebe” entendió que cada mitzva es un hecho de importancia cósmica, un acto de valor infinito en sí mismo, como una conexión entre el hombre y Di-s, como un puente entre el Creador y la creación, y citando a Maimónides, una y otra vez: una sola persona que realiza una sola mitzvá podría ser el acto que inclina la balanza y trae la redención a todo el mundo y a toda la creación. Entonces el Rebe hizo un llamado a cada judío para que comience haciendo una mitzvá, cualquier mitzvá; sosteniendo que su valor no disminuirá por el hecho de que hay otras para las que no está preparado, y sugirió diversas campañas de mitzvot, siendo entre las más conocidas la de colocación de Tefilim por los hombres mayores de Bar Mitzvá y el encendido de velas de Shabat por niñas y mujeres. Otra campaña fue la escritura de Rollos de Torá para la unión y protección de todo nuestro pueblo, asignando una letra a cada judío.
Inspirado liderazgo de “El Rebe” Jabad Lubavitch se ha convertido en una de las más grandes organizaciones judías, que llegan a los miembros del Am Israel, manteniendo centros. Los tradicionales Batei Jabad, en casi todas las comunidades judías del mundo, sumando más de 3500 instituciones en los seis continentes, y aquellos países y comunidades que no cuentan con una institución local de Jabad, son visitadas por shlijim, y sus necesidades contempladas, por el Centro más próximo. Estas instituciones educativas y de servicios sociales cumplen una variedad de funciones para todo el espectro de judíos, sin tomar en cuenta su afiliación o procedencia. De hecho, aquellos programas impulsados por emprendimientos humanitarios trascienden la comunidad judía.,