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AJN.- La organización libanesa Hezbollah conmemoró diez años de la Segunda Guerra del Líbano con un acto en la localidad de Bint Jbeil. Desde el búnker, el secretario general, Nasrallah habló del miedo de los israelíes y se jactó: "Israel teme una invasión de la Galilea. En las ciudades fronterizas se van a dormir temprano. Nosotros disfrutamos hasta el amanecer".
El secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, aseguró que “no hay ningún punto en Israel que no esté bajo nuestra mira”. En un discurso transmitido desde el búnker en pantallas gigantes en la localidad de Bint Jbeil, Nasrallah habló sobre el miedo de los israelíes que viven en las ciudades cercanas a la frontera con el Líbano.
Mientras intenta distraer la atención de lo que sucede en Siria y las bajas que sufre su brazo armado, que en las últimas semanas fueron en aumento, especialmente en los combates en la zona de Alepo. Ni siquiera la ayuda de Rusia e Irán consiguen mejorar la situación de Hezbollah, que tiene también dificultades para justificar ante la opinión pública libanesa por qué está involucrado cada vez más en la guerra civil siria, y no luchando contra Israel.
Por ello, Nasrallah prefiere hablar sobre “el logro histórico” de su agrupación, hace diez años.
“Israel debió cambiar su doctrina de combate, no más victorias rápidas en territorio enemigo, mientras los civiles se sienten seguros. Se acabaron esos tiempos, ahora los israelíes saben que la retaguardia civil deberá pagar el precio. En Haifa, y más allá de Haifa, y mucho más allá de Haifa”, advirtió Nasrallah.
El secretario general de Hezbollah amenazó una vez con que sus misiles pueden llegar a cualquier rincón de Israel y aseguró que la Segunda Guerra del Líbano fue un “acontecimiento trascendental” porque logró quebrar la confianza entre el pueblo israelí y el ejército y entre el ejército y el liderazgo político.
Nasrallah aseguró que la sociedad israelí es débil y dirigiéndose al primer ministro Netanyahu dijo: “La sociedad israelí está cansada de luchar y defenderse”.