Itongadol/AJN.- Los autores analizaron la prevalencia de este tipo de enfermedades entre los inmigrantes judíos de Etiopía para determinar si existen influencias ambientales, ya que este tipo de trastornos es poco común en su país natal. Compararon los datos con un grupo de judíos de origen Ashkenazi.
Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) que afectan a unos 40.000 israelíes resultaron no sólo manifestarse por cuestiones genéticas – que se han asumido durante muchos años -, sino también por las influencias ambientales, según una nueva investigación llevada a cabo en el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalem.
Los autores analizaron la prevalencia de las EII entre los inmigrantes judíos de Etiopía para determinar si existen influencias ambientales, ya que este tipo de trastornos es poco común en su país natal. Hasta el momento, 100 pacientes con EII que llegaron de Etiopía han sido diagnosticados de un total de 116.000 judíos etíopes.
La doctora Ariella Sheetrit, gastroenteróloga que dirige la clínica que trata EII entre las madres, llevó a cabo su investigación junto con investigadores de una serie de otros hospitales israelíes. Fue la primera encuesta de trastornos intestinales inflamatorios entre los inmigrantes etíopes que viven en Israel.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que las EII no son sólo por causas genéticas, sino también ambientales. Además, descubrieron a 32 inmigrantes etíopes adicionales con la enfermedad.
El equipo estudió los indicadores fisiológicos, la extensión de la enfermedad, sus estilos de vida, los medicamentos que toman y los antecedentes familiares y determinó cuánto tiempo después de su llegada a Israel sus síntomas aparecieron. Compararon los datos con un grupo de judíos de origen Ashkenazi.
Encontraron que ni un solo paciente que vino de Etiopía tenía una historia de EII en la familia en comparación con una conexión de este tipo en el 32 por ciento de los pacientes Ashkenazi.