Itongadol/AJN.- El concierto de gala que la AMIA realizó en el Teatro Colón fue una brillante velada artística conmemorativa de los primeros 120 años de la “institución madre” de nuestra comunidad, como la calificó Thomas Saieg, vicepresidente en ejercicio de la presidencia de la AMIA, al dirigirse al público previo al inicio del concierto.
Durante su salutación a los asistentes, se destacaron la embajadora del Estado de Israel en la Argentina, Dorit Shavit; el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri; y las máximas autoridades de las instituciones comunitarias y ex presidentes de la AMIA (Alberto Crupnicoff, Abraham Kaul y Guillermo Borger).
La Camerata Bariloche, con la dirección musical del maestro Freddy Varela Montero, ofreció un concierto integrado por obras de Vencenzo Bellini, Feliz Mendelssohn, Piotr Chaikovski y Astor Piazzolla.
Fuera de programa, la Camerata Bariloche brindó una versión especialmente arreglada por Vivian Tabbush para orquesta de cuerdas de Ierushalaim Shel Zaav, Jerusalem de Oro.
Con un Teatro Colón ocupado a pleno, desde la platea, pasando por los palcos, hasta las galerías superiores, esta celebración de los 120 años de la AMIA quedará inscripta entre los hechos memorables de su historia.
Al inicio del evento, Saig expresó: “Bienvenidos a esta noche de gala aquí en el Teatro Colón. Hace 120 años, un 11 de febrero de 1894, un grupo de inmigrantes, dirigentes de cuatro instituciones comunitarias, sintieron la necesidad de fundar la “Jevrá Keduschá” (sagrada compañía), que años más tarde adoptaría el nombre de AMIA”.
El vicepresidente a cargo de la presidencia, recordó los inicios de la institución, cuyas acciones estuvieron “destinadas a generar las condiciones necesarias para dar cumplimiento a la vida judía, al poco tiempo, acompañando la llegada de los sucesivos contingentes migratorios, las actividades crecieron, se multiplicaron y diversificaron, para dar cumplimiento a la tradición judía de una manera más completa. Con ayuda social y trabajo”.
“A partir de la década del ´20, con el crecimiento de la población judía en el país y su progresiva integración a la sociedad, la AMIA se convirtió en el espacio de articulación y participación de todos los judíos de la Argentina. La pujanza del desarrollo quedó reflejada en su casa histórica de Pasteur 633, inaugurada en 1945, y destruida cruelmente el 18 de julio de 1994, en el atentado terrorista que dejó 85 víctimas fatales y más de 300 heridos.
Conocida popularmente como la ‘institución madre’ y centro de la vida comunitaria organizada, supo reponerse de este devastador impacto reimpulsando su fuerza creadora y convirtiéndose en una de las organizaciones sociales más importantes del país por el alcance e impacto de sus acciones”, resaltó.
Además, subrayó que la AMIA trabaja “cumplimiento a su compromiso con la preservación de su legado de tradición judía y el fortalecimiento de la sociedad argentina toda. La huella de la comunidad en la identidad nacional, en permanente transformación y movimiento, es indiscutible y se extiende en muchos espacios”.
Finalmente, Saieg agradeció a Macri; a la vicejefa de Gobierno de la Ciudad, María Eugenia Vidal; al ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; y a Pablo García Caffi, director del Teatro Colón, junto con todo el equipo del teatro, “por la amabilidad de siempre” y a los miembros de la Camerata Bariloche por su “talento y arte”.
La AMIA hizo entrega de un reconocimiento a García Caffi y Varela Montero como recuerdo y agradecimiento por la velada.
Una vez terminado el evento, los dirigentes de la institución destacaron la cantidad de gente que presenció el espectáculo, de todos lados, desde empleados de la AMIA, hasta gente asistida por acción social, y resaltaron la asistencia del mozo Miguel, que trabaja en la AMIA y pudo, como muchos, conocer por primera vez el teatro Colón con su familia.
“Esto que pasó con la gente que nunca había ido al Colón es la AMIA, especialmente por la cantidad de jóvenes presentes. Entre el 30 y 40 por ciento no conocían el Colón. No convocamos solamente a la cream de la cream”, expresaron dirigentes a la salida del teatro, y subrayaron la presencia de todos los templos, las escuelas e instituciones judías. “Fue la mejor forma de festejar el cumpleaños de la AMIA”, manifestaron.
Esto coincidió con las palabras de Saieg durante la presentación: “La AMIA es una institución cuyas acciones apuntan a la inclusión y al pluralismo, que asume con espíritu dinámico e innovador el desafío de trabajar para mejorar día a día. Vida, renovación, transmisión, diversidad y legado. Cinco palabras que resumen el concepto de AMIA, mirando al pasado y de cara al futuro”.
“Estamos transitando el mes de Elul, en el calendario judío es el último mes del año, un mes de balance y de pedidos al todopoderoso. Por eso hacemos un pedido de paz, salud y bienestar para toda la comunidad y el mundo entero. Shaná Tová Umetuká (Buen y dulce año)”, concluyó Saieg.