Itongadol.- La vicepresidenta del Instituto, Andrea Berson de Rosenthal, expresó en una entrevista a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “la Comunidad Talpiot es muy especial, por lo que tiene que ver con la aliá, con el compromiso con el Estado de Israel, la identidad judía, el saber y las herramientas que nos da nuestra sagrada Torá”. Además, adelantó las “importante inversiones” que realizaron en distintas áreas.
¿Cuáles son las perspectivas y proyectos para 2015?
Planteamos estimular lo que significa la educación, un alumno que termina quinto año de la escuela Talpiot puede ingresar sin ningún problema a cualquier universidad del mundo. Tenemos ejemplos, con nombres y apellidos, de chicos que han egresado de Talpiot y que han ingresado a la facultad, acá en la República Argentina o en Estados Unidos o también en el Estado de Israel. Y creo que ese es el mayor desafío. El mayor desafío es que el que elige Talpiot está eligiendo una escuela que les otorgará las herramientas para poder ingresar y enfrentarse a las necesidades que tiene este mundo, que es un mundo totalmente diferente a lo que pasaba hace 10 años. La inversión que hemos realizado indica mucho, como también la pulcritud, la limpieza, el orden y la organización en la que hemos mejorado mucho. Eso habla de una escuela que trabaja en planificación, habla de una escuela que trabaja en proyección y habla de una escuela que pretende tener objetivos claros y concretos para cualquier alumno.
Hay apellidos y nombres importantes en la institución, y de pronto aparece un presidente nuevo y tu presencia. ¿A qué se debe este cambio de timón?
Se debe a que hay un cambio generacional y, por otro lado, un acompañamiento, como en toda institución debería ser. Y cuando digo un acompañamiento digo que aquellos que estaban liderando el proyecto educativo de Talpiot por más de 20 años bajo la presidencia de Daniel Barnatan z’l y el acompañamiento de su Comisión directiva y sus colaboradores como Ariel Cohen Sabban, Beny Zugman y Beny Cohen Sabban, hoy han marcado huellas profundas de lo que significa acompañar a un liderazgo, en saber acompañar un nuevo proceso que tiene que ver con generar dentro de los padres lo que va a ser el nuevo liderazgo de Talpiot. Y cuando hablo de nuevos líderes, hablo de padres que se van incorporando desde hace muy poco tiempo y van tomando el camino que corresponde para que toda la institución pueda crecer, que la institución pueda estar organizada de diferente modo. Yo me incorporé, como Alberto Lapicki se incorporó como presidente de la institución, a un trabajo que tal vez conocíamos muy poco pero sabíamos mucho del esfuerzo que hicieron este grupo de colaboradores de la institución que durante 23 años se han hecho cargo de una u otra manera.
Son pocas las instituciones que comenzaron a entender el cambio generacional, y el cambio se les viene a las instituciones judías quieran o no. Hay algunas que fueron las primeras que lo han hecho y Ariel fue un colaborador joven.
La importancia de todo esto es que un dirigente sepa retirarse no cuando está cansado, sino que sepa acompañar a un proceso de padres nuevos que hoy tienen un deseo y la necesidad de liderar y continuar un proyecto educativo de los más importantes y más relevantes. Digo esto porque el Instituto Talpiot tiene más de 50 años de trayectoria educativa, y fue líder y sigue siendo líder. En estos 50 años más de 1.300 egresados de Talpiot viven en el Estado de Israel, y hoy podemos ver cómo en la comunidad de la República Argentina hasta en el Estado de Israel hay profesionales, médicos, jueces, rabinos, directores de escuelas, que son un orgullo para el Instituto Talpiot. Eso nos marca y nos refuerza a la vez, y redobla la apuesta de seguir invirtiendo en la comunidad, de seguir invirtiendo en la institución, teniendo que generar todo lo que hoy necesita un alumno para poder enfrentar el siglo XXI, que son herramientas totalmente diferentes a las que necesitaban hace 10 años.
¿Cómo fue la matriculación en los últimos años?
La Comunidad Talpiot es muy especial, por lo que tiene que ver con la aliá, con el compromiso con el Estado de Israel, la identidad judía, el saber, las herramientas que nos da nuestra sagrada Torá y tal vez nosotros no medimos el éxito o el fracaso por la matriculación. Entendemos que ya Talpiot, hace muchos años, cumplió su objetivo, y hoy lo que estamos haciendo es redoblar esa apuesta para ponernos en funcionamiento con este grupo de padres y ponernos nuevos objetivos a realizar que tengan que ver con cómo seguir expandiendo la ideología de la Comunidad Talpiot, cómo seguir expandiendo la educación de Talpiot y cómo seguir siendo líderes en algunas áreas que Talpiot siempre lideró. La matriculación está de acuerdo a lo que pasa en reglas generales en las escuelas de la red escolar judía. Estamos creciendo en el jardín de infantes, abrimos una nueva sala de 2 años. Este fue el primer año donde Talpiot tiene dos salas de 2 años; tiene áreas diferentes, con mucha estimulación en lo que tiene que ver con la tecnología; en los estudios académicos en TaNaJ y Torá. Estamos trabajando muy fuertemente en la implementación no de aulas digitales, que ya las teníamos, sino incorporar a los grados inferiores y al jardín de infantes estas herramientas que un niñito debe tener. Hemos hecho una importante inversión: 30 nuevas computadoras han ingresado en la institución, también cinco pizarras digitales, se está refaccionando totalmente el gimnasio y antes de Rosh Hashaná tendremos un templo completamente renovado para la comunidad.
Cada vez que se acerca Rosh Hashaná y empiezan los proyectos a concretar y las perspectivas para el año que se viene. ¿Cómo están terminando 2014 y qué es lo que se viene para 2015 en Talpiot?
Estamos terminando el ciclo lectivo con mucha alegría, y menciono con mucha alegría porque después de muchos años estamos logrando empezar a trabajar y poder consolidar un grupo de padres nuevos, que hasta ahora no se habían incorporado en la dirección de la institución ni en la proyección. Hemos logrado que se incorporen al trabajo mancomunado junto a miembros del Consejo Directivo, y la importancia de esto tiene que ver con que el padre, al estar adentro e involucrarse, puede no sólo valorar más a la institución, sino que puede sentirse mucho más parte e identificarse con el objetivo de la institución. Esta es una institución educativa y una institución que otorga herramientas completamente diferentes a otras escuelas por diferentes motivos. Es por eso la alegría que hoy tenemos.