Itongadol/AJN.- “Para cerrar el año también tenemos previsto hacer una havdalá especial, en la cual vamos a entregar las teudot zehut (certificados) a cada uno de los regularizados”, anticipó el vicepresidente de la Casa de la Comunidad Hebrea, David Prinstein, en declaraciones exclusivas a la Agencia Judía de Noticias. “Toda la colectividad reafirmará su relación con la vida judía”, agregó.
Itongadol/AJN.- “Este mes se cumple un año de haber regularizado (a través de un proceso de conversión al judaísmo, la situación de) un centenar de judeodescendientes de La Habana, y para cerrar el año, el sábado 21 de diciembre tenemos previsto hacer una havdalá especial, en la cual vamos a entregar las teudot zehut (certificados) a cada uno, y un bar mitzvá para 17 jóvenes de 15 a 21 años que no tuvieron la posibilidad de hacerlo en su momento porque no se habían convertido (al judaísmo), lo tenían pendiente porque tienen un nivel muy alto de participación comunitaria y hacerlo les entusiasma mucho”, anticipó el vicepresidente de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba, David Prinstein, en declaraciones exclusivas a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Todos ellos “hicieron un curso de regularización y pasaron por un tribunal integrado por diferentes rabinos de Latinoamérica”, y además “tenemos un programa de bnei mitzvá, en el cual se los prepara durante un año”, especificó.
“Será un momento en el cual toda la comunidad reafirmará su relación con la tradición, las costumbres y el compromiso comunitario de seguir trabajando para fortalecer la vida judía” en la isla, enfatizó el dirigente, quien agregó que “quedan muy pocos jóvenes que no han regularizado su situación y no pudieron hacer su bar mitzvá”, lo cual “muestra un crecimiento de la comunidad en su fuerte lucha por mantener viva la llama del judaísmo”.
Asimismo, en estos meses “se celebraron 28 bodas bajo la jupá, con nuestro rabino Samuel Steinhendler, quien viene cada dos meses de Chile, desde hace 22 años, para mantener un trabajo de preparación y educación a toda la comunidad”, resaltó.
Prinstein informó que tras “la exitosa participación en las Macabeadas de Israel, en julio, un grupo fue a Paraguay, en octubre, para un encuentro en el marco del trabajo conjunto que se viene realizando hace mucho tiempo”.
“La comunidad judía de Cuba tiene unas 1.300 personas y una historia muy peculiar: un antes, con 15.000 judíos antes de (la revolución de) 1959; un después, cuando quedó totalmente devastada y no había quien practicara el judaísmo; y un presente, con un creciente desarrollo comunitario”, describió en un diálogo anterior con AJN, precisamente durante ese evento macabeo.
“Nunca fuimos una religión perseguida, sino que no había relación del gobierno marxista-leninista con las diversas confesiones; de hecho, las sinagogas se mantuvieron abiertas y es gracias a la persistencia y la fe de personas como (la presidenta) Adela Dworin que estamos aquí”, reconoció el vicepresidente de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba.
“En los años ’90, José Miller, quien fuera presidente de nuestra comunidad por 30 años, le hizo una propuesta al American Joint Distribution Committe para que nos ayudara en una etapa de reorganización, y empezamos a fomentar programas y proyectos comunitarios que nos dieran prosperidad”, recordó.
“Uno de los más importantes fue hacer una escuela dominical, además de la educación estatal, con transporte organizado y apoyado por el Joint, para trasmitir historia, tradición, hebreo, etc., porque tenemos al judaísmo como un elemento importante en la historia universal”, la cual “cuenta con aproximadamente 50 niños y jóvenes”, informó Prinstein.
“Tenemos matriculado a un 67 por ciento de los judíos de La Habana, y de ellos, más del 60 por ciento son niños y jóvenes; es decir que estamos garantizando una buena continuidad”, se entusiasmó.
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