Itongadol.- El Estado de Israel anunció la recuperación del archivo oficial sirio sobre Eli Cohen, el legendario espía israelí ejecutado en Damasco en 1965 y que pasara antes por la Argentina. Según informó el gobierno israelí, la operación fue llevada a cabo por el Mossad en coordinación con un servicio de inteligencia extranjero aliado, y permitió trasladar desde Siria una valiosa colección de documentos originales y pertenencias personales que habían estado en poder de las fuerzas de seguridad sirias durante décadas.
Entre los documentos se encontraba el testamento original escrito por el propio Eli Cohen horas antes de su ejecución, un texto del que hasta ahora solo se conocía una copia.
En un acto cargado de emoción, el archivo fue presentado a Nadia Cohen, viuda del espía, en una reunión especial encabezada por el primer ministro Benjamin Netanyahu y el director del Mossad, David Barnea. Las imágenes difundidas muestran a Netanyahu sentado junto a Nadia mientras ambos observan los documentos recientemente recuperados.
“El archivo de Eli Cohen, que fue traído en una operación especial, educará a futuras generaciones y expresa el compromiso inquebrantable de traer de regreso a todos nuestros desaparecidos, cautivos y rehenes”, afirmó Netanyahu durante el encuentro.
Como parte de su futura historia de agente encubierto, Cohen estuvo en la Argentina. Llegó en 1961 para establecerse como un hombre de negocios sirio antes de llevar a cabo su misión en Damasco, haciéndose pasar como un exportador de muebles. Paraba diariamente en la clásica confitería porteña La Paz.
La historia de Eli Cohen ha marcado profundamente la memoria colectiva israelí. Logró infiltrarse en los niveles más altos del poder sirio en la década del 60 bajo una identidad falsa, y su información fue clave para el éxito israelí en la Guerra de los Seis Días. En 1965 fue descubierto, capturado y ejecutado públicamente por las autoridades sirias. Su cuerpo nunca fue repatriado, y su destino sigue siendo un tema sensible en la política israelí.
La operación para recuperar los archivos, llevada a cabo en secreto y con alto riesgo, representa tanto una reivindicación histórica como un nuevo símbolo de la persistencia del Estado de Israel en honrar a sus héroes caídos y reclamar justicia.