Adrián Werthein es un importante empresario argentino que logra combinar los negocios con su actividad como dirigente comunitario
En una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Werthein explicó como hace para combinar su actividad empresaria con la tarea comunitaria.
“Somos judíos y como tales vivimos en una comunidad, y como judíos tenemos un aporte de nuestra singularidad a la comunidad en su conjunto. Se puede ser argentino y judío y se puede ser extraordinariamente quien preserva sus valores, su identidad y su cultura además de contribuir a la sociedad en general, porque de esa manera en el pluralismo somos todos más y somos todos más fuertes”, explicó el ejecutivo.
Werthein trascendió en los últimos días en el escenario de la vida comunitaria al ser elegido como asesor del presidente del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Jack Terpins, durante la reciente Asamblea Plenaria realizada en Caracas, en la que se eligieron a las nuevas autoridades de la organización.
En este sentido, el empresario analizó la controvertida realidad que viven los miembros de la comunidad judía de Venezuela, que en los últimos años fueron víctimas de distintos ataques antisemitas, ya sea a través de los medios de comunicación como de ataques a las instituciones comunitarias.
“Cuando me preguntan si se puede ser judío en Caracas, yo digo que se puede ser judío en cualquier lugar del mundo. Revisando números, antes de la Segunda Guerra Mundial, en el mundo había 18,5 millones de judíos, hoy datos de 2011, en el mundo hay 13,4 millones de judíos. Esto quiere decir que pese a lo que significó el exterminio de judíos y no judíos y todos los que se opusieron al régimen nazi, todos pudimos seguir y estar. Cuando uno ve ese mapa que muestra judíos en los lugares más recónditos del mundo llega a la conclusión de que se puede ser judío en cualquier lugar del mundo”, afirmó el empresario.
Asimismo, Werthein apuntó que “Venezuela tiene una larga tradición que la vincula a la comunidad judía y que no mucha gente conoce”.
“En el año 1935 y en 1939, cuando los judíos eran expulsados de Europa, de Hamburgo partieron dos barcos, uno fue el famoso barco Caribbean y el otro Koenigstein, a los que no les permitieron en muchos de los puertos del Caribe desembarcar a los judíos, no se los permitió la Guyana Francesa, la Guyana Inglesa, Aruba, Barbados, y cuando llegaron a Venezuela, los venezolanos fueron al puerto y con sus autos y camiones iluminaron, dieron la luz que no había en la zona”, relató el empresario.
La historia cuenta que la primera embarcación, Caribbean, consiguió fondear en Puerto Cabello el 3 de febrero de 1939, permitiendo el desembarco de 86 judíos en su mayoría alemanes y austríacos.
En tanto que Koenigstein, con 165 pasajeros de origen judío, lo hizo en La Guaira el 8 de marzo tras un largo peregrinaje por la región.
El general Eleazar López Contreras, entonces presidente de Venezuela, debió imponerse ante un controvertido gabinete y leyes que de manera expresa prohibían la entrada de judíos, que para esa instancia habían sido declarados inmigrantes “no deseables”.
“La realidad de hoy en Venezuela es diferente, pero siempre se puede ser judío porque ser judío no importa el lugar sino lo que uno es”, remarcó, por su parte, Werthein.
Respecto de su reciente experiencia como miembro de la Asamblea Plenaria del CJL que se celebró en Caracas, el empresario la describió como “un momento interesante”.
“Fue un momento de reflexión donde nos encontramos gente de distintos países, de distintas comunidades, preocupados y ocupados de las cuestiones de nuestras propias sociedades en general en que vivimos y en particular de los aspectos que tienen que ver con la cuestión judía”, agregó.
Para el empresario fue “muy rico compartir las experiencias que se vive en cada comunidad y como se expresa cada uno desde su lugar y el aprendizaje que representa para todos”.
“En lo personal, mi familia tiene una tradición casi centenaria en la participación de las cuestiones que son importantes para la gente y para nuestra comunidad. Mis padres, mis tíos y mis abuelos han sido muy activos en toda la cuestión comunitaria y yo personalmente fui durante seis años presidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí, otros cinco años fue vicepresidente”, señaló.
Además, Werthein contó que tiene “una relación próxima con las organizaciones judías de educación como las universidades”. “Soy gobernador de la Universidad de Tel Aviv desde hace muchos años, curiosamente fui el más joven cuando el profesor Ben Shajar, me ofreció incorporarme. De manera que participar en el Congreso Judío Latinoamericano y en la Asamblea Plenaria de Caracas fue un elemento de información, de ayuda, de solidaridad y de comprensión de las comunidades del continente”, aseveró el dirigente.
Werthein asumió como asesor del presidente del CJL en una histórica asamblea de la organización en la que los presidentes de la AMIA, Guillermo Borger, y de la DAIA, Julio Schlosser, fueron designados como vicepresidentes del Congreso.
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