“Soy un enemigo declarado de la asimilación y necesitamos brindar todas las herramientas para enfrentarla en todos los campos”, aseguró Víctor Chama (a la izquierda en la foto), presidente de la Organización Sionista Argentina (OSA), a la Agencia Judía de Noticias (AJN), tras almorzar con el director ejecutivo de la entidad, Benny Schneid, y el titular de la escuela Scholem Aleijem, David Sujarchuk, en un restorán de Belgrano.
Durante la entrevista, Chama se refirió a la tarea que está implementando y a la situación creada a partir de su postulación, la cual derivó en un hecho atípico: que algunos factores ideológicos no integren la conducción que preside.
P- ¿Por qué se reunió con el presidente de la escuela Scholem Aleijem?
VC- Estuve charlando con el presidente de una institución muy querida para mí, pues consideramos que debemos ir con el mensaje de la OSA a cada una de las entidades, en especial para llegar a sus principales líderes y explicarles por qué necesitamos los mejores dirigentes para la OSA. Hasta ahora, todos comprenden nuestro mensaje y quieren participar.
P- ¿Y cuál es ese mensaje?
VC- El primer y gran mensaje es mi obsesión por la asimilación. Soy su enemigo declarado, y necesitamos brindar todas las herramientas para enfrentarla en todos los campos. El que es ortodoxo lo verá desde su punto de vista, al igual que el conservador o el agnóstico, pero todos tenemos un mensaje sionista y el amor a Israel como centro de toda la vida judía. Necesitamos la mayor cantidad de dirigentes posible para llevar ese mensaje sionista, que tiene 120 años de historia, está en constante renovación y cubre todos los aspectos, desde el espiritual hasta la aliá.
P- ¿Cómo imagina el futuro de su gestión y el de la OSA?
VC- El futuro abarca muchas cosas: si lo vemos desde el aspecto educativo, incrementar todo lo posible y en todas las áreas -acá y en el interior del país- el esclarecimiento en la comunidad judía, y principalmente a docentes judíos y no judíos, a través de proyectos de hasbará y de lucha contra el antisemitismo, el antisionismo y el antiisraelismo que tiene la Organización Sionista Mundial; tratar de trabajar con el Ministerio de Educación para que se les otorgue puntaje a las currículas, para que el docente pueda viajar a Israel y conocerlo por dentro, lo cual lo convertirá en el mejor shelíaj que podemos tener, por muchas generaciones.
P- ¿Docentes no judíos?
VC- Sí, hay una experiencia previa en La Rioja, Catamarca y Córdoba, por la cual las mismas universidades sustentaron los viajes de 35 docentes. Escucharlos al volver amplía el corazón.
P- Y la idea es qué siga creciendo…
VC- Sí, como una bola de nieve. Tenemos que esclarecer a la gente porque es muy fácil denostar, como está siendo demonizado el sionismo, a pesar de que es una expresión suprema de libertad. Es el nuevo grito de libertad, como el de quienes salieron de Egipto después de 400 años y luego estuvieron 40 años en el desierto. Recuperamos Israel luego de 1978 años de estar en la diáspora, perseguidos, masacrados, quemados, denostados y humillados. Después de 1978 años pudimos tener un nuevo redentor moderno, que es el Estado de Israel.
P- ¿Qué cosas le preocupan en relación al Estado de Israel, Irán y el conflicto bélico?
VC- Justamente, el entramado que queremos organizar con todas las instituciones es que entre todos tengamos una idea común. Israel es nuestra coraza, es nuestra pasión, y fue la pasión de muchas generaciones que hoy no están. Jamás podemos permitir que un nuevo Torquemada o un nuevo Faraón diga ‘vamos a borrar a Israel del mapa’. Recuerdo que el 14 de noviembre de 1956 un ministro egipcio dijo: ‘Es un cáncer que tenemos que extirpar’. Hubo otros que dijeron ‘tenemos que echarlos como ratas al mar’. No lo debemos permitir. Debemos reaccionar y demostrarles que el sionismo es la mejor opción que encontramos los judíos, y la humanidad, para retomar la libertad de los judíos, para que uno pueda pisar -como dijo Max Nordau- una tierra donde sus pies se sientan libres.
P- ¿Piensa que van a poder trabajar tranquilos?
VC- Uno tiene la esperanza que podamos trabajar como hasta ahora, con mesura y tranquilidad. Nunca van a faltar factores externos que quieran atropellarnos, boicotearnos -si no, no seríamos judíos; es inherente a la condición de judíos-, y trataremos de tener las respuestas adecuadas, siempre con la mesura y responsabilidad que nos atañe.
P- ¿Cómo explica que su llegada a la presidencia de la OSA contara con el “paraguas” de la ortodoxia?
VC- Lo del “paraguas” es un concepto que no sé cómo tomar. Yo digo que todos los judíos de la Argentina tienen el mismo derecho a ocupar un cargo en la OSA sin tener que pasar por el filtro de un factor ideológico, los tradicionales partidos comunitarios. El 60 ó 70 por ciento de quienes hoy se sientan en la mesa de la OSA no militan en partidos, entonces sería bueno que todos los factores ideológicos estén bien representados y actuando. Nada es mejor que eso. El tema es que se tergiversó eso que llaman “paraguas”. Se me demonizó y acepté las reglas del juego. Pienso que todos los javerim, todos, tenemos deberes y derechos, pero el primer gran deber que tenemos es la responsabilidad, y esto atañe también a los medios periodísticos. Uno no debe discutir las diferencias, que siempre tiene que haber, pues si no, no habría discusión, no se podría ascender en el pensamiento. Lo que se tiene que hacer es sentarse a una mesa de diálogo y tratar de zanjar las diferencias porque lo que la gente nos delega -en primer término- es responsabilidad, y cuando nuestra responsabilidad no la contenemos y hacemos declaraciones que pueden afectar a uno u otro miembro, no estamos cumpliendo con ese primer deber que nos dio la gente, que es ser responsables, tratar de cohesionar, de buscar armonía y concordia. Desde el mínimo hasta el máximo dirigente comunitario de ninguna manera debemos exacerbar los ánimos porque desestabilizamos a la gente
P- ¿Se refiere a las últimas declaraciones del presidente de Avodá, Sergio Borisonik, y del rabino Samuel Levin? ¿Considera que estas cosas deben tratarse “puertas adentro”?
VC- No solamente “puertas adentro”, deben ser zanjadas. Nadie debe demonizar a otro, nadie debe subestimar a otro y nadie debe sobreestimar a otro. Dije en una entrevista radial: ‘respeto a Borisonik y a todos mis compañeros de Avodá, aunque tengamos diferencias, porque son askanim que dejan sus familias, tienen sueños y quieren llevar sus ideas adelante’. Al rabino Levin lo admiro, como a muchos dirigentes que hoy están trabajando, pero puedo o no estar en coincidencia con algunas de sus formas de pensar. No me importa el “color” que tengan, me importa su lucha por el judaísmo y por cada uno de los judíos con cualquier tipo de ideas.
P- ¿Pero por qué tuvo tantas dificultades para llegar a presidir la OSA?
VC- Quizá mis compañeros de Avodá no entendieron que lo que hacía era para mantener una línea de conducta de mi movimiento dentro de la OSA, la cual vamos a seguir sosteniendo. Somos 14 los que hemos avalado al Comité Territorial de la OSA y 10 los javerim de Avodá que estamos dirigiendo, en los puestos más importantes de la institución. Por lo tanto, creo que Avodá está hoy muy bien representado. Quizá no se entienda así. El por qué… no tengo la respuesta, quizá la puede tener mi movimiento.
P- ¿La relación con Avodá puede recomponerse?
VC- La respuesta la di antes: en una mesa de concordia, de armonía posiblemente podamos -si nos despojamos de historias- llegar a reconocernos mutuamente como corresponde, no a través de los medios. Siempre considero que, como seres pensantes, debemos aspirar a la concordia, a la unidad, a la armonía.
P- Por último, ¿qué significó llegar de la mano de la ortodoxia a la presidencia de la OSA?
VC- No llegué a la presidencia de la OSA de la mano de la ortodoxia. Me apoyó un 44 por ciento de ortodoxos y un 56 por ciento de no ortodoxos. Hubo 9 movimientos que me apoyaron, de los 14 que hay en la comunidad, y de la ortodoxia fueron dos, Mesoret y Mizrahi, que casualmente tenían un mayor caudal de reafiliados. Y el presidente de Jazón Artzeinu (Jorge Lipschitz) no lo hizo, pero sigue asistiendo a la OSA como invitado permanente.
Por su parte, Sujarchuk (a la derecha en la foto) explicó que fue “un encuentro de dos instituciones casi hermanas” que trabajan juntas “hace mucho tiempo”.
“Hablamos del vínculo entre el Scholem Aleijem y la OSA, y en base a una expresión de Víctor Chama, la de vincular a las escuelas y las instituciones con el sionismo, hay una deuda de la OSA -que no es de Víctor, pues lo excede- que es que los alumnos de las secundarias judías puedan terminar su ciclo de estudios viajando a Israel” porque “si bien existen diversos planes, algunos son por sorteo y otros económicamente difíciles de sustentar, puntualmente para la población del Sholem Aleijem”, reclamó.
“Hace tiempo les venimos planteando a los shlijim y a varias gestiones de la OSA de qué manera el Estado de Israel o alguna institución pueden financiarlo, pues es una paradoja que los chicos que arrancaron desde el jardín, algunos en salita de 18 meses, y terminan la secundaria -y hablo de la escuela Scholem Aleijem, con nuestra identificación sionista- no puedan realizarse, de alguna manera, por un factor económico”, insistió el presidente de este colegio.
“Entiendo que excede el presupuesto” de la OSA, pero “lo planteamos para que en la gestión de ellos se pueda encarar este camino”, agregó.
Schneid y Chama explicaron que uno de los planes es que la mayor cantidad de alumnos de la red educativa judía pueda realizar y realizarse en algún proyecto de estudio o con su ingreso a las universidades israelíes, que a tal efecto mantuvieron una reunión con el representante de la Organización Sionista Mundial, Lázaro “Lalo” Slepoy, y que se está trabajando con mucha fuerza para que el examen psicométrico pueda realizarse en la Argentina, para evitar que un joven llegue a Israel y tenga que rendirlo en una situación de incertidumbre acerca de si podrá o no estudiar en ese país; por el contrario, aclararon, la idea es que dicha evaluación sea parte integral de los estudios de los jóvenes en el secundario.
También comentaron que se está trabajando para que jóvenes profesionales puedan realizar en la Argentina las reválidas de su título antes de concretar su aliá, para lo cual es necesario bajar la cantidad de años de antigüedad en la profesión, que ahora es de 14.
“Bienvenido el plan, pero hay una realidad: se dividen las aguas y no cumple con los deseos de un chico que termina la secundaria y no tiene la expectativa de seguir una carrera universitaria en Israel, sino la de cerrar un ciclo teniendo una capacitación allí”, les respondió un insatisfecho titular de la escuela Scholem Aleijem.
“Así como hay planes por sorteo y otros que tienen algún beneficio económico, es necesario un plan de entre 2 y 4 meses que involucre a los adolescentes, más que a los padres”, propuso.
En otro orden de cosas, AJN consultó a Sujarchuk, un activo miembro del Nuevo Modelo Comunitario que lidera Waldo Wolff, acerca de la campaña proselitista de cara a las elecciones de la DAIA, el 5 de noviembre.
“En principio, es una época de mucho trabajo, y el modelo de gestión en subcomisiones hace que cada persona, de a poco, se vaya ubicando en algún lugar y se generen expresiones para el futuro; es gratificante ver, tanto en la reunión del lunes 20 (de agosto) como en las anteriores, cómo la gente se acerca a este modelo, que es abierto, escucha, y lo más interesante es que vuelve”, informó.
“Esto arrancó en una primera reunión, con una fuerte presencia de gente vinculada a las instituciones sociodeportivas”, pero “hoy diría que casi son la minoría; eso habla del criterio abierto”, refrendó el actual vocal de la DAIA, quien actúa en la Subcomisión de Sustentabilidad, en la cual “se está trabajando gratamente”.
Respecto de un eventual cambio generacional en la DAIA, Sujarchuk arriesgó que “a veces hay condiciones que exceden a lo político y hacen que instituciones tengan bisagras; por el motivo que fuese -ahora no tiene sentido mirar hacia atrás-, todo indica que el futuro va a ser distinto, con el compromiso de mucha gente -algo que hace mucho no se ve- en una movida tan importante como la del Nuevo Modelo Comunitario”.
“No es menor (el hecho) que en el almuerzo que tuvimos con Víctor Chama estuviéramos hablando de trabajo: hoy por hoy y más allá de la cercanía de la fecha de las elecciones, creo que hay que estar trabajando hacia afuera, pero mucho hacia adentro, para que esto tenga una consistencia formal que, hoy por hoy, se está logrando”, finalizó.
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