El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó hoy, domingo, de “gran tragedia personal” la del manifestante social Moshe Silman y se comprometió a estudiar las circunstancias que lo llevaron a prenderse fuego a lo bonzo durante una protesta en la calle Kaplan de Tel Aviv, en la noche de ayer, sábado.
“Le deseo Moshe una plena recuperación y le he pedido a los ministro de Bienestar y de Vivienda que estudien el tema”, aseguró durante una reunión de ministros de su partido, Likud (foto).
Silman, de 46 años, continúa en estado desesperante, con quemaduras en el 94 por ciento de su cuerpo.
Los paramédicos lo llevaron raudamente al Centro Médico Ichilov, pero esta madrugada fue trasladado al Centro Médico Sheba, para recibir un tratamiento especial que allí se brinda.
La líder de la oposición, Shelly Yechimovich, declaró que si bien “todos” rezan por Silman, “junto con el dolor y la confusión” se debe “recordar que el suicidio es un acto extremo y terrible”.
“No puede ser utilizado como un ejemplo o inspiración para jóvenes o adultos, y ciertamente no debe ser visto como un símbolo de la protesta social”, agregó.
Por su parte, su predecesora, Tzipi Livni, posteó en su perfil de Facebook que “Moshe Silman alcanzó el máximo nivel de desesperación” y “no es el único en esta condición”, pero instó a que “los demás no sigan sus pasos y se lastimen”.
333