El primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu advirtió hoy que no va a permitir que un grupo extremista inicie una nueva guerra religiosa.
"No vamos a permitir que un grupo extremista inicie una guerra de religión con nuestros vecinos", aseguró Netanyahu en un encuentro con partidarios del Likud.
Asimismo, Netanyahu aseguró que "cualquiera que se atreva a levantar la mano contra los soldados o la policía pagará un alto precio por ello."
En cuanto a los disturbios recientes en una base del ejército, dijo: "Vamos a detener a los alborotadores".
Netanyahu realizó estas declaraciones en la convención del Likud en Tel Aviv.
El Primer Ministro dijo que lastimar a los soldados es un asunto grave, ya sea que suceda en la Base de Brigada Efraín o en Naalin – un punto caliente para la violencia árabe y de izquierda.
"Un pequeño grupo extremista no debe manchar a los colonos de Judea y Samaria, que es un pueblo leal a la ley", subrayó. "No vamos a dejar que profanan las mezquitas árabes o hieran a los judíos", añadió.
La convención del Comité Central del Likud aprobó la petición de Netanyahu de celebrar elecciones para la dirección del movimiento a finales de enero, según consignó el portal de noticias de Arutz Sheva.
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