Resuelta esta cuestión quedaría ahora pendiente saber si Hamás acogerá las demandas de Tel Aviv, que pide que algunos de los presos que va a liberar sean deportados a otros países en vez de ser devueltos a casa. De acuerdo con las fuentes recogidas por ‘Haaretz’, Hamás aceptaría solo la deportación de tan sólo unos pocos milicianos, una exigencia que Israel debe aceptar si quiere de vuelta a Shalit.
Aunque los líderes palestinos son conscientes de que si alcanzan un acuerdo con Israel va a ser muy difícil de romper una vez se forme el nuevo ejecutivo hebreo, insisten en que no firmarán más compromisos. Por su parte, el dirigente de la organización islamista Mahmoud A Zahar negó ayer que las negociaciones sigan su curso y tildó las peticiones de Israel de ‘falsas’. Asimismo, Abu Obeida, portavoz del ala militar de Hamás, también rechazó estas informaciones y aseguró que todo se trataba de ‘una mentira’.
Mientras tanto, Hamás y Al Fatá continúan con sus negociaciones en El Cairo para alcanzar una reconciliación entre ambas facciones palestinas.