Bernardo Kliksberg advirtió a AJN que a consecuencia de la crisis económica que se inició en los mercados estadounidenses “hay seis millones de personas que ven peligrar sus viviendas, una caída de un tercio en los niveles de consumo y una tasa de desocupación que se duplica.
“Hoy más que nunca es preciso cumplir con el precepto bíblico que dice que tenemos que ser guardianes de nuestros hermanos porque las consecuencias de la crisis son muy graves”, explicó el economista.
Respecto del impacto de la crisis en la comunidad judía local, Kliksberg agregó que “como ocurrió en la crisis del 2001, pueden caer por debajo de la línea de la pobreza sectores inéditos de la comunidad judía y es por ello que “la comunidad judía debe estar más que nunca unida y dejar para otro momento las polémicas irrelevantes”.
Por este motivo instó a la comunidad a solidificar la red social a través del fortalecimiento de instituciones como la AMIA, Tzedaká y Jabad Lubavitch.
Refiriéndose a un panorama desalentador, Kliksberg vaticinó además que en Inglaterra, como en otros países europeos, “volverán a la más absoluta de las miserias”, con más de 1 millón de migrantes y que en América Latina aumentará en 15 millones la cifra de indigentes, “la cual ya es de 200 millones”.
Horas antes de la disertación que brindará ante más de 400 estudiantes y organizada por el Instituto Superior de Estudios Judaicos (ISEJ), el experto en temas sociales consideró fundamental fortalecer las acciones tendientes a “aumentar la red social, que provoquen una política contra cíclica”.
Asimismo, se lamentó por el hecho de que la recesión ya está trayendo como consecuencia “una merma muy significativa en los aportes monetarios que los grandes capitales destinaban a las ONGs”.
“La crisis de Wall Street es el peor cataclismo desde el crack de 1930 y los errores económicos se pagarán con vidas humanas”, aseveró el profesor.
Al referirse a las consecuencias de la retracción de la economía mundial en la comunidad judía a nivel cotidiano, explicó que “muchos (judíos) componen la pequeña clase media, tanto en Argentina como en el resto de América Latina” y opinó que “los pequeños comerciantes de ese sector social ya están sufriendo las dificultades, lo que provocará un aumento en la cantidad de pobres judíos”.
Preocupado por las “tesis irreales” de muchos economistas ortodoxos que piensan que hay que recortar al máximo el gasto social, advirtió que “tanto esa premisa como pensar que Argentina no sufrirá las consecuencias por no estar endeudada con el sistema financiero internacional”, son “teorías suicidas” ya que “las exportaciones y las inversiones están retrotrayéndose muy rápida y fuertemente”.
Por su parte, el Director del Instituto Superior de Estudios Judaicos, el Rabino Yoel Migdal en diálogo con esta agencia dijo sentirse “muy orgulloso” por contar con la presencia de una personalidad tan destacada a nivel mundial y “tan comprometida con la realidad social y de la comunidad judía”.
La conferencia es abierta a la colectividad, hoy a las 20 en la sede de Jabad Lubavitch, sita en Agüero 1164 de la Ciudad de Buenos Aires.
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