Itongadol.- En una entrevista con ItonGadol, el presidente de FACCMA, Esteban Bluvol, se refirió a los desafíos que enfrenta la institución desde la masacre del 7 de octubre y destacó: “Intentamos siempre mostrar que la vida judía continúa, a pesar de todo. Las socio-deportivas están llenas de actividad. Hay muchos que se atemorizan y nosotros tratamos de trabajar para sacar temor”.
Respecto a los proyectos para 2024, señaló que este año FACCMA va a participar en tres eventos internacionales, casi simultáneos, por los cuales 160 chicos van a viajar a diferentes países.
Asimismo, se refirió al rol de los clubes en la educación judía y recordó: “Cuando yo era chico, para los padres de mi generación, el Shule era innegociable y el club era para algunos. Hoy eso ha cambiado. El club es lo que elige la mayoría de la gente. Por eso el desafío de FACCMA es meter cada vez más contenido judío a través del deporte”.
-¿Cómo terminó el año de FACCMA?
-Tuvimos un año 2023 muy movido, obviamente con el gran evento de los Panamericanos que fue el cierre del año, y obviamente totalmente transformado después del 7 de octubre. FACCMA habitualmente tiene un calendario anual que se cierra aproximadamente en septiembre octubre, después ya tenemos el calendario 25, que en la macabedas de Pinamar que tenemos mesa de dirigentes lo terminamos de mostrar, y ya no se toca, no es que viene alguien y dice que quiere agregar algo y se hace, pasa para el 26. Pero en 2023 no ocurrió eso, tuvimos que repensar, tuvimos un evento que fue el de escuelitas deportivas, allá por el 20 de octubre en Hacoaj, un evento que habitualmente lleva mil chicos, que lo hicimos con 500 chicos, porque muchos padres tuvieron miedo. Algunas instituciones no estuvieron de acuerdo con llevar chicos. Nosotros es un evento que hacemos todos los años con Hacoaj y nos sentimos muy bien mostrándole al mundo que Argentina estaba dispuesta, tomando todos los recaudos, que los tuvimos que tomar y fueron muchos más que antes, a seguir haciendo vida judía, que es nuestro objetivo, a seguir mostrando que más allá de que el terrorismo quiere que no hagamos nada nosotros vamos a seguir haciendo cosas, vamos a seguir cantando el Hatikva, vamos a seguir haciendo deporte, seguir haciendo nuestra escuela de madrijim, todo lo que podamos.
Lo que cambió es que no hacemos nada sin el DAC, que es nuestra seguridad, que ellos con las fuerzas policiales, nacionales y municipales, estamos mucho más cubiertos. El 2023 terminó con unos Juegos Panamericanos que mucha nos gente nos pidió que suspendiéramos, que no era el momento. Se hicieron del 26 de diciembre al 4 de enero. Hubo países del mundo que no vinieron, hubo otros que bajaron su cantidad de personas, pero aún así nosotros con tres mil personas, que quizás esperábamos cuatro mil, hicimos los juegos, que te diría que se van a recordar.
-Recuerdo que la delegación israelí abrió su camino mostrando a todos los secuestrados, algo que fue impresionante.
-Fue muy emocionante. Israel iba a traer una delegación muy grande de unas 150 personas, que obviamente el 8 de octubre pasó a cero. Después trabajamos mucho con instituciones benéficas que ayudaron mucho a que vengan, y terminaron viniendo entre 50 y 60 personas. Los que tuvimos la oportunidad de conversar, sabemos que cada charla con los integrantes de la delegación israelí fue muy fuerte. Hacía mucho que no se reían. Fue casi terapéutico para ellos. Cada charla que ellos dieron fue emocionante. Ver la bandera de Israel con israelíes desfilando con su ropa fue un momento muy emocionante. Tuvimos situaciones a nivel humano de locos, increíbles. Para darte el cierre te diría que cerramos un año que esperábamos hacerlo a toda orquesta, que el 7 de octubre nos hizo cambiar la ceremonia de apertura, el contenido, absolutamente todo. Y terminamos mostrándole al mundo de lo que Argentina, FACCMA y la comunidad judía argentina son capaces. Te diría que hoy FACCMA en la política internacional del movimiento macabeo está quizás en el lugar más alto que pudo llegar, en gran medida por esto que ocurrió. Porque vino gente de Estados Unidos, de Israel, de Inglaterra, de toda Latinoamérica, a un evento con el presidente (Milei) y con los ministros, entre otros. Así terminamos el 2023.
-¿Cómo funciona FACCMA respeto a la Kehilá, con sus pares y las demás instituciones tras lo ocurrido el 7 de octubre?
-Después del 7 de octubre, te voy a decir primero la relación de FACCMA con las otras instituciones centrales. Antes de que asumiéramos la política local de FACCMA es siempre excelentes relaciones con todas las instituciones centrales. Es decir con AMIA, con DAIA, con OSA, con OSM, con KKL, con el Museo del Holocausto, con todos nos llevamos super bien. Con CUJA lo mismo. Abrimos nuestras puertas en todos nuestros eventos a quien quiera venir, a quien quiera contar y mostrar algo. Así ellos también lo hacen con nosotros. Cada uno se ocupa de algo distinto pero hay algo de lo que nos ocupamos todos juntos: transmitir tranquilidad, mostrarnos unidos, no mostrar ego ni peleas, un momento que todo el mundo está esperando que lo hagamos para intervenir.
-¿Qué significa en la práctica esto? ¿Es un mensaje de Whatsapp, es una reunión?
-Es todo. Si necesitamos reunirnos lo organizamos en cinco minutos. Si necesitamos un Whatsapp nos comunicamos por ahí. Si yo lo llamo al presidente de la AMIA o de la DAIA y no pueden hablar, apenas se desocupan me devuelven el llamado. Y yo hago lo mismo con ellos. Sabemos que las líneas están abiertas. Yo voy a la embajada también. Hay una relación muy muy cordial. Todos los que estamos a cargo, que somos pasajeros y que las instituciones son centenarias por decir algo, lo que queremos es que no haya grietas, no queremos que haya quiebres. Lo digo cada vez que hablo. Es todos juntos, es sin grietas, es sin egos.
-¿Cómo llega esto a la Kehilá y a la comunidad, que también está atravesando un momento muy difícil?
-La comunidad lo ve, porque cada vez que escucha discursos, charlas o un asado en un club o en una casa, no escucha seguro que alguien hable mal de alguien que lidera. Las cosas que nos tenemos que decir son a puertas cerradas. Unificamos discurso, como hemos hecho siempre. Nos mostramos unidos, ya sea cuando fue el 7 de noviembre al mes, a los seis meses o si nosotros tenemos que parar alguna actividad. Siempre estamos pensando en que ninguna actividad de nuestros colegas se vea damnificada por algo que hacemos o viceversa.
-En el imaginario colectivo, FACCMA es como la AFA, que mantiene la relación con todas las socio-deportivas. Desde ya sabemos que cada una es independiente, no obstante eso, creo que por la situación ya nada es tan independiente. ¿Cómo se está trabajando con los socios y qué está pasando en las socio-deportivas desde FACCMA?
-Cada socio-deportiva es súper autónoma con su contenido como siempre. Ahora, sí tenemos mesa de charla, tenemos whatsapp para ver qué hacemos. Cada uno muestra su experiencia. Así mostramos que seguimos cada vez más vigentes. Nosotros lo que intentamos hacer es siempre mostrar que la vida judía continúa, como dirían los las Escrituras de Lamrot Hakol, a pesar de todo. No solo en el deporte. Nuestras escuelas de Madrijim están llenas de chicos. El año pasado no pudimos ir a Bekeff porque claramente la situación no daba. Soñamos con este año ir, que las cosas mejoren. El viaje es para fin de año. Lo mantenemos vigente, ojalá que la situación esté más tranquila para llevar 400 chicos. Estamos haciendo actividades de Cultura, de cocina, de arte, tenemos relaciones desde FACCMA con el Comité Olímpico, con la AFA, con la Federación de básquet.
-Eso es para arriba, ¿te llega información de cómo está la gente en las socio-deportivas?
-Las socio-deportivas están llenas de actividad. Los clubes están llenos, la mayoría, obviamente los grandes. Los chicos con sus problemáticas. Hay muchos que se atemorizan, nosotros tratamos de trabajar para sacar temor. Si una mamá tiene miedo a mandar al hijo, tratamos de hablar, tratamos de contarle que el chico llega a un lugar, que se entra con seguridad, que entra con DNI, que está cuidado por la policía. Eso muchas veces quita temores, porque mucha gente no lo sabe. Estamos muy cuidados. Hace tres semanas hicimos con Macabi un evento con 700 chicos, un Mundialito de fútbol, donde vinieron chicos de Uruguay, Brasil, del Interior, y obviamente cada micro que sale está cuidado. Tratamos de hacerlo lo más invisible posible, para que los chicos ni se den cuenta, pero en definitiva, una vez que entran, ya están en un lugar que está muy cuidado y después se van. En ese evento hay contenido shabat, hay Hatikva, hay contenido judío, hay pedido de liberar a los secuestrados. Hay un contenido implícito que no es solamente jugar al fútbol o el deporte que sea.
-¿Qué responsabilidad tienen ustedes en la educación judía, teniendo en cuenta que muchas veces el deporte es el único contacto con la esencia de lo que tiene que ver el judaísmo?
-Cuando yo era chico, mis padres o para los padres de mi generación, el Shule era innegociable y el club era para algunos. Hoy eso ha cambiado. El club es lo que elige la mayoría de la gente, y si no puede las dos cosas, elige el club. Por eso el desafío de FACCMA es meter cada vez más contenido a través del deporte. Porque hay muchos chicos que llegan sin tener nada de contenido, porque van a escuelas laicas o públicas.
-¿Cómo funciona eso?
-El chico muchas veces viene de una escuela en la que no tienen la actividad de Pesaj, Iom Haatzmaut, el 7 de octubre. Nosotros en las Escuelas de Madrijim vamos al Museo del Holocausto, vamos a la AMIA. Hay chicos que no saben que hubo un atentado a la AMIA, porque fue hace 30 años y ellos tienen 12 años. FACCMA tiene una dirección de Cultura y Educación, que trabaja en cultura y educación no formal. Y en cada clase de las escuelas de Madrijim, nosotros no solo forjamos líderes del futuro, sino un contenido que muchos descontabamos que lo traían del Shule, y hoy no lo tienen. Por ejemplo, nosotros armamos selecciones para ir al exterior a competir con la camiseta argentina. Esas selecciones obviamente entrenan para tener el mejor equipo, para ganar. Hoy esos equipos visitan el Museo de la Shoá, visitan la AMIA, tienen Shabat. El año pasado agregamos visitas a Ieladeinu. El 90 por ciento no sabían que existían. Ahí hay chicos que tienen papás que están presos, que tienen papá que se drogan, que tiene papás que los abandonaron, y que hay una institución que se ocupa. Eso ayuda a que nuestros chicos quizás valoren lo que tienen en sus casas.
Claramente el mundo no está cambiando, el mundo ya cambió. El mundo es de redes, de información, de todo online, de tener todo ya y nadie espera nada. Y nuestros hijos viven en ese mundo y nacieron en ese mundo.
-Netanyahu recientemente recibió a unos niños que quedaron huérfanos después del 7 de octubre. Estamos hablando de un trauma en Israel muy intenso, que va a seguir generaciones, y creo que los niños acá tampoco son ajenos a lo que ocurrió.
-Por eso es tan importante contar nuestra historia y educar. En todas las generaciones se levanta un faraón para intentar terminar con nosotros. No en todas las casas se habla, pero los chicos lo ven, lo ven en el TikTok y en Instagram. Claramente hay un estrés súper postraumático después y durante esta guerra, de chicos huérfanos, de soldados sin piernas o sin brazos, de todo lo que se trabaja psicológicamente. Y después cuando viajás a Israel, quizás escuchás a alguien sin piernas que te dice “seguí haciendo vida judía en la diáspora”. Él te alienta a vos. Ese mensaje es que la educación no formal judía cada vez tiene más injerencia en nuestros chicos, en nuestro futuro, porque lamentablemente la geolocalización de la comunidad, que ha cambiado con los años, muchos empiezan a no elegir lamentablemente el Shule como era en mi época, que era indiscutible.
-¿Cómo está funcionando el equipo de FACCMA?
-Nosotros tenemos una comisión directiva, donde somos nueve. Nos llevamos todos muy bien, nos juntamos una vez por semana o cada 15 días. Tratamos de repartir proyectos para que todos estén muy ocupados. Lo más importante hoy de un dirigente voluntario es que esté ocupado y tenga proyectos, porque si no, en algún momento se aburre, se cansa. Es una comisión joven, muy pujante, muy representativa de ocho o nueve instituciones. Yo estoy contento. Es una época difícil después de 7 de octubre. Los Juegos fue otro momento complejo. Creo que estuvimos más que a la altura. Tuvimos 1000 voluntarias e hicimos muchas cosas que a otros países les cuesta mucho. Nosotros hoy tenemos en el mundo una relación que es importante, muy buena especialmente con Israel, que es nuestra casa matriz, pero también con Estados Unidos, que la estamos construyendo hace años, con Inglaterra.
-¿Qué proyectan para 2024?
-Nosotros este año estamos yendo a tres eventos internacionales, casi simultáneos. Estamos llevando 20 chicos a Brasil ahora en junio, a los Juegos Escolares de Brasil, dos equipos de fútbol. Estamos llevando 50 chicos a Houston, a los JCC Games, que la Macabeada de todos los clubes de Estados Unidos. Estamos llevando cuatro. Después estamos llevando a los Juegos Europeos para juveniles en Londres a 85 chicos, una delegación de casi 100 personas, mostrando también que FACCMA está en todo el mundo, que tiene capacidad de participar, que cada vez más chico se puedan poner la camiseta argentina y sentirse orgullosos. Nosotros tenemos un lema, que tratamos de llevar deportistas de nuestras instituciones para que vuelvan deportistas orgullosos de ser judíos. Y que también escuchen a los chicos de Europa. que quizás no son tan libres como ellos, y que agradezcan la vida que llevan en Buenos Aires, en Argentina, lo mismo en Estados Unidos. También tomamos todos los recaudos, también estamos muy asesorados por las fuerzas de seguridad. Pero en definitiva, 160 chicos este año se van a distintos países.