Inicio NOTICIAS LA NEGATIVA ARGENTINA AL PEDIDO DE LAS NACIONES UNIDAS
Hezbollah, el motivo del rechazo argentino a enviar tropas al Líbano
Se buscó evitar el riesgo de un choque con la milicia, acusada del atentado a la AMIA.

LA NEGATIVA ARGENTINA AL PEDIDO DE LAS NACIONES UNIDAS
Hezbollah, el motivo del rechazo argentino a enviar tropas al Líbano
Se buscó evitar el riesgo de un choque con la milicia, acusada del atentado a la AMIA.

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Por Walter Curia.-El Gobierno se tomó toda la tarde del martes hasta dar con un formato para dar a conocer la negativa. Lo hizo a última hora, por intermedio del vicecanciller Roberto García Moritán: «La Argentina ha respondido que no está en condiciones de participar de la fuerza internacional en el sur del Líbano», dijo a este diario. La decisión estaba tomada; lo que preocupaba era cómo transmitirla.

Un día antes, la misión argentina en Nueva York transmitió un cable a la Cancillería informando que en una reunión, el sábado, del Departamento de Operaciones de Paz, las Naciones Unidas habían pedido a un grupo de 20 países que integran esa división, entre ellos la Argentina, sumarse a la fuerza internacional de 15.000 hombres que deberá controlar el cese de fuego entre Israel y la milicia chiíta pro iraní Hezbollah (Partido de Dios). El pedido de la ONU incluía tropas, helicópteros, hospitales de campaña, equipos de comunicaciones y una compañía de ingenieros.

Hasta el viernes, se habían sumado a la iniciativa Francia, que estará al comando de la fuerza con el general Alain Pellegrino, Bangladesh, Malasia, Indonesia, Nepal, Dinamarca y Alemania, que tendrá presencia marítima.

Antigua potencia colonial en el Líbano, Francia sin embargo apenas comprometió 200 efectivos, 50 de los cuales arribaron ayer al puerto libanés de Naqura.

Las Naciones Unidas, de acuerdo con fuentes citadas ayer por el servicio de la BBC, están decepcionadas con la participación francesa. Italia y España, que prometieron su contribución, reclamaron a la ONU garantías sobre el alcance de la misión antes de involucrarse en el envío de tropas.

El vicecanciller García Moritán descalificó la interpretación de que la Argentina hubiera rechazado el pedido de la ONU dado lo riesgoso de la misión y abonó a la teoría de la limitación.

«La Argentina tiene una importante participación en las operaciones de mantenimiento de la paz en Chipre y Haití, además de un número importante de oficiales en Timor, Sudán y Somalia. Los que van a Líbano no tienen tropas en otros lados», dijo.

Fuentes de la embajada británica admitieron que, en otra escala, el Reino Unido no está en condiciones de hacer un aporte a la fuerza, en el límite de su capacidad, a raíz de su participación en la fuerza de ocupación de Irak. Sin embargo, se sabe que la ONU ha procurado hacer una leva entre países que no resultaran hostiles para los árabes.

Como sea, detrás de la decisión argentina, hay una inconfundible impronta del presidente Kirchner. Kirchner ha visto siempre con desconfianza la participación en fuerzas internacionales, que la Argentina lideró en Latinoamérica en los ’90 durante el gobierno de Menem.

Poco hizo el Presidente, apenas asumido, en favor del envío de tropas a Haití. Comprendió sin embargo que el compromiso era con EE.UU., entonces clave en la estrategia para la renegociación de la deuda. Aceptó, aunque renunciando a comandar la misión, en manos de Brasil.

Con Brasil precisamente se consultó antes de rechazar el pedido de la ONU. Lula tampoco llevará sus hombres al Líbano, donde hay una importante comunidad brasileña. Uruguay, que está adoptando posiciones autónomas respecto del bloque, analiza su respuesta a la ONU.

Fuentes del Palacio San Martín reconocieron que uno de los puntos más delicados de la resolución 1701 de la ONU que establece el cese del fuego es el que autoriza a la fuerza internacional a asegurar que el área de operaciones «no será utilizada para actividades hostiles de ningún tipo» y a «resistir los intentos de impedir por medios coercitivos» su misión.

Esto puede interpretarse como una autorización a entrar en conflicto con Hezbollah si la milicia no se desarma o no retira sus fuerzas de la zona. Hezbollah ha sido señalada como responsable de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en Buenos Aires, en la primera mitad de los ’90.

Habla una fuente relevante de la Cancillería: «Mandar tropas refuerza los vínculos multilaterales y moviliza a nuestros soldados. Pero en 1991 fuimos al Golfo Pérsico en una fuerza con mandato de la ONU. Ya conocemos los resultados».

No hay nada que seduzca al Presidente en la idea de enviar cascos azules argentinos a un escenario de altísimo riesgo, que ya registra una violación al cese de fuego, como denunció el primer ministro Fuad Siniora, y donde han muerto cuatro observadores de la ONU en medio de las hostilidades. Poco encuentra en realidad de seductor Kirchner en el frente externo.

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