Al anochecer del lunes 14 de agosto, la comunidad judía de la Argentina volvió a expresar su solidaridad con el Estado de Israel en un acto público realizado en la intelección de las calles Arroyo y Suipacha, lugar donde hasta el 17 de marzo de 1992 se encontraba la embajada israelí.
La concentración, cuya concurrencia cubrió un amplio sector de la calle Arroyo al 900 y toda su esquina con Suipacha, fue convocada bajo el lema «Por desgracia los argentino no necesitamos que nos expliquen qué es el Hezbollah».
A las 19.15 hs. dio comienzo con el toque del Shofar, especie de trompeta musical tradicional del judaísmo, utilizado ya en la época bíblica, que de acuerdo a la tradición se emplea tanto para congregar al pueblo como para rememorar momentos trágicos.
En primer término se efectuó un minutos de silencio, dándose lectura a continuación a un power point que explicaba que pretende la Hezbollah y por qué es conocido en Argentina, pues es el autor material e intelectual de los dos más grandes atentados acaecidos en el país, las voladuras de los edificios de la Embajada de Israel y de la AMIA, en el cual también tenían su sede la DAIA, La Federación de Comunidades Judías y el Instituto Científico IWO.
Después el licenciado Silvio Rossjanski, presidente de la Organización Sionista Argentina – OSA, leyó un comunicado emitido en el día por las tres entidades centrales de la comunidad judía de la Argentina, la AMIA, la DAIA y la OSA.
Luego hizo uso de la palabra una representante de las agrupaciones juveniles de la comunidad, quien pronunció un discurso muy bien elaborado, en el cual se describió en forma clara la manera en que se informa, en el país, el actual conflicto entre Israel y la Hezbollah, afirmando «Mucho de lo que se dice y se hace, alimenta de manera creciente el odio y el antisemitismo, que no sólo afecta a Israel como nación, sino que afecta de manera peligrosa nuestra identidad e integridad como judíos y argentinos, utilizando mentiras, alterando hechos históricos domcumentados y resignificando conceptos con comparaciones inaceptables, intolerantes, y absolutamente carentes de rigurosidad científica», pasando luego a detallarlos en profundidad.
Las palabras de esta joven fueron interrumpidas once veces por aplausos y que se repitieron a su finalización en forma sostenida.
Otro de los párrafos destacados es el siguiente «En Argentina explotaron 2 bombas, hubieron muertos, hubieron cómplices locales, pero sobre todo, hubieron terroristas. Hezbollah es el autor material e intelectual de los atentados, apoyado y financiado por Irán. ¿Señores piqueteros cómo se pueden permitir salir con total impunidad por las calles de Buenos Aires desfilando con banderas y símbolos de un grupo terrorista que asesinó a argentinos y a nadie se le mueva un pelo? Hacemos enteramente responsables a los que confunden a la opinión pública de generar un clima que pone en peligro la convivencia pacifica entre los argentinos de diferentes credos e ideología, y que deliberadamente ubica a Israel y a los judíos en el lugar de victimarios y a Hezbollah en lugar de las víctimas llamándolo héroes, luchadores de la libertad y mentiras de esa calaña. De paso califican a Israel de Estado genocida. Ahora resulta que manifestarse a favor de la paz es manifestarse contra Israel y a favor del Hezbollah. Les pedimos a los militantes de esta nueva moda que al menos se abstengan de portar banderas y símobolos de la agrupación terrorista responsables de las masacres de la AMIA y la Embajada de Israel».
Posteriormente la señora Pilar Róala, una política española muy conocida en nuestro medio hizo uso de la palabra, improvisando un discurso que también fue interrumpido en muchos momentos por los aplausos del público.
De sus palabras extractamos los siguientes conceptos: «La verdad es que no es el mejor momento para hablar por qué creo que a mí y a todos nos sobrecarga la emoción. Yo tengo en este momento muchas emociones concentradas y todas inundan, de alguna forma, mi alma, mi corazón, mi palabra. De todas ellas la que a mí más rabia me da es la soledad. Para llegar hasta aquí hemos tenido que pasar por seguridad policial. Los que luchamos a favor de la vida y contra la locura terrorista tenemos que estar protegidos. Los que salen a las calles a defender el terrorismo lo hacen sin policías, sin protección, sin problemas. Nadie los va a atacar. Nadie, nadie va a poner en peligro sus vidas. (…) La soledad, por qué hoy aquí encuentro a faltar a tantos. Si alguna aportación tengo yo aquí, qué no se si me corresponde el honor de hablar ante ustedes, la única es decirles no están solos. Vergüenza siento que tanto de los míos no estén hoy aquí. ¿Dónde están los líderes de izquierda, que defienden la libertad y la solidaridad, pero hoy no están aquí?, ¿Dónde están aquellos que en nombre de las izquierda son incapaces de alzar su voz contra la locura ideológica totalitaria que mató aquí y ha matado en todo el mundo a miles?. Aquí empezaron muchas cosas. Aquí el mundo un día se levanto y alguien, desde otro lugar del mundo a miles de kilómetros decidió que personas inocentes que vivían su vida cotidiana eran objetivo de la locura y de la muerte sólo porque habían nacido judías. Y el mundo ese día miro para otro lado, no sólo Argentina (…) todos, mi país, el otro, el de al lado, no era nuestro tema. Mataron en nombre de quien, de la muerte a gente que amaba la vida. Mataron al otro, al distinto, al que desprecian y el mundo decidió que no era su tema. (…) Hoy aquí faltan muchos, falta el mundo islámico argentino, no me creo que todos los ciudadanos musulmanes argentinos amen la muerte, no lo creo pero no hablan, no están, no salen. Salgan a la calle, amen la vida. ¿Dónde están?, tienen derecho a vivir en libertad y en democracia amando a su D´s, no tienen – de ninguna manera – el derecho a amar la muerte en nombre de su D´s. ¿Dende están los intelectuales, los profesores universitarios, los periodistas. Los que a mí me enseñaron a amar la libertad y hoy la traicionan y hoy llevan esa bandera de muerte por qué son corresposables de la mentira, de la distorsión, del olvido. ¿Dónde están?, ¿Donde están los saramagos del mundo? Culpables, culpables, culpables. (…) De la misma forma que el totalitarismo nazi mataba judíos, pero lo que mataba era la vida y mato a Europa; el integrismo islámico los mata a ustedes primero, porque ustedes representan los valores que yo amo, después vengo yo. En nombre de una ciudadana de otro lugar del mundo, a miles de kilómetros, que nació católica, se educó en una universidad que luchaba por las libertades y contra la dictadura, que amó los principios de la libertad y nunca más ha dejado ese camino y que hoy está convencida que luchar por la libertad, por los derechos humanos y sobre todo por el futuro, pasa por defender el derecho de Israel a la existencia, el derecho de Israel a la defensa y muy por encima de todo, el derecho de los ciudadanos islámicos a dejar de ser utilizados por locos integristas fascistas que los conducen a su muerte y a nuestra muerte».
El acto culminó con la entonación del Himno Nacional Argentino y el Hatikva.
Decimos que este fue un acto diferente por varios motivos. Uno de ellos la constante aceptación de los asistentes de los mensajes pronunciados, evidenciada por las veces que los interrumpió con aplausos. Otro que la cantidad de asistentes, que según estimaciones se acercó a las 3.000 personas. El lugar elegido, el lugar donde se encontraba la embajada del Estado de Israel, le otorgó un marco muy especial. La organización también debe contarse entre los elementos que lo distinguen, pues duró exactamente el tiempo estipulado, 45 minutos y también que, a diferencia del resto de los actos comunitarios, no existió en esta oportunidad un sector Vip destinados a la dirigencia, pues el en la Plaza Embajada de Israel se ubico el palco, desde el que hablaron los oradores, y sólo se permitió el ingreso de los presidentes de las entidades convocantes; el Charriman del Congreso Judío Mundial, el rabino Israel Singer, quien estando en Buenos Aires se hizo presente; camarografos, fotógrafos, periodistas y personal de seguridad.
Teniendo en cuenta el cese del fuego decidido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y aceptado tanto por Israel como El Líbano y la Hezbollah, esperamos y deseamos que actos como el que estamos comentando no tengan que volver a efectuarse.
Lic. Eduardo Alberto chernizki
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