JERUSALEN.- El miércoles al mediodía fue detonada una bomba de alta potencia en la cafetería del Centro de Estudiantes de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Hasta ahora tenemos siete muertos y 84 heridos.
No quiero hablar de las víctimas inocentes, pues las hay de ambas partes.
Desgraciadamente, en este conflicto son los civiles inocentes quienes pagan los mas altos precios, mientras que muchos de los directamente responsables -insisto, en ambas partes del conflicto- siguen conduciendo sus políticas que no llevan nada más que a la muerte y a la destrucción.
Quiero acentuar un punto que me parece central en todo esto. El ataque del miércoles es especialmente un acto de barbarie, no sólo por las víctimas, sino también por ser un ataque a los valores que representa la Universidad Hebrea de Jerusalén. Este centro académico ha sido, desde su fundación, una roca fuerte de humanismo, racionalidad, diálogo sin distinciones y tolerancia.
De toda nacionalidad y credo
Aquí trabajamos y estudiamos gente de todo credo, etnia, nacionalidad y religión, conviviendo día tras día. Muchos han dedicado sus vidas a la causa de la paz árabe-israelí, a la resolución del conflicto de Medio Oriente y también a la defensa de los derechos humanos y civiles de todas partes, también de los palestinos.
El mismo atentado del miércoles lo prueba: parte de los heridos son estudiantes árabes cuyo único crimen fue querer almorzar. Atacar el corazón de la Universidad Hebrea de Jerusalén para herir y matar a sus estudiantes, empleados y profesores significa atacar los valores que ésta representa.
El ataque terrorista del miércoles último fue un acto de barbarie que demuestra de nuevo que quien lo perpetró, más allá de la venganza que pretende lograr contra el Estado de Israel, intenta destruir lo que queda del campo en favor de la paz en Israel.
Creo que toda persona digna no puede dejar de tomar posición frente a este acto de barbarie, manifestarla públicamente y apoyar a la Universidad Hebrea de Jerusalén y los valores que, pese a todo, seguirá representando.
El autor es argentino, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén.