Itongadol.- Un alumno de la escuela ORT de Argentina ganó la medalla de oro en la 61° Olimpíada Internacional de Matemática (IMO, por sus siglas en inglés), en las que el equipo nacional también cosechó otras dos de bronce, además de un par de menciones honoríficas, en esta competencia que este año fue organizada por Rusia y se realizó de forma virtual y bajo protocolos especiales por la pandemia del coronavirus.
Se trata de Bruno Martín Ziger, un alumno de 16 años que ya había conseguido varios reconocimientos en ediciones anteriores y que actualmente cursa el tercer año en la sede del barrio porteño de Almagro de la escuela ORT, y quien se llevó el máximo galardón.
A través de las redes sociales, el joven estudiante dijo: “Empecé a participar de las Olimpíadas en quinto grado, en Ñandú, cuando mi primaria empezaba a ofrecer clases de entrenamiento para las mismas”. “Mis padres consideraron que sería una buena idea que participe y me impulsaron a hacerlo (en su momento, a mi pesar, je). Obviamente, terminé haciéndolo”, contó el joven.
“Siempre me había gustado la matemática, pero desde que ingresé en las olimpíadas, me fascinó” expresó Bruno Ziger.
El presidente Alberto Fernández transmitió su felicitaciones y saludó al gran ganador a través de las redes sociales. “Quiero felicitar y saludar especialmente a Bruno Ziger, Matías Raimundez y Julián Cabrera, que ganaron una medalla de oro y dos de bronce en la Olimpíada Internacional de Matemática. Son un orgullo para el país. ¡Felicitaciones!”, dijo el mandatario.
Desde la Escuela ORT también transmitieron su alegría por el oro conseguido por Ziger. “Nos enorgullece contarles que Bruno Martín Ziger, alumno de 3er. año de ORT, recibió una medalla de oro en la 61° Olimpíada Internacional de Matemática”.
“Con solo 16 años, Bruno se convirtió en la sexta persona que logra el premio máximo de la competencia en la historia argentina, desde 1959. También destacamos a Lisandro Acuña, de 4to. año, quien obtuvo una mención honorífica por sus excelentes resultados en la prueba”, resaltaron desde ORT.
Bruno que fue el personaje más requerido en las últimas horas dijo al diario Tiempo Argentino que esta edición de las Olimpiadas de Matemáticas “fue una experiencia muy distinta a todo lo que estaba acostumbrado, incluso creo que fue un poco más difícil, más que nada en todo lo que tiene que ver con la comunicación o la interacción entre los participantes y con respecto a la organización y el armado de las pruebas. Pero a pesar de las dificultades, el evento pudo ser realizado exitosamente”.
La referencia tiene que ver con esta edición se tuvo que desarrollar en forma virtual por las restricciones sanitarias dispuestas para contener el coronavirus.
En estos campeonatos mundiales participan estudiantes de secundarias de más de cien países. El primer certamen fue en 1959, en Rumania, y Argentina acumula seis medallistas dorados desde la primera obtenida por Martín Mereb en 1998, hoy uno de los entrenadores del equipo junto a Matías Saucedo y Carlos Di Fiore, también medalla de oro en 2003. En los últimos años resultaron ganadores Ian Fleschler (2017) y Ariel Zylber (2011).
Bruno sumó un total de 31 puntos a lo largo de las 6 preguntas que respondió, al igual que sus compañeros, desde el búnker en Parque de la Estación en Almagro, en el que se instaló el equipo bajo las medidas de distanciamiento social y utilizando computadoras para comunicarse con las autoridades del certamen.
“Los problemas de las olimpiadas son esencialmente distintos a los del colegio. Apuntan más a algo que podríamos llamar ‘pensamiento matemático’. Cómo usar la información que te dan en el problema para intentar deducir información nueva. Quizás intentando buscar estructuras nuevas o relacionándolo con otras que ya se vieron antes, y así poder resolverlos”, indicó el flamante medallista dorado de Argentina.
El joven ganador sostuvo: “Es cierto que no se enseña muy bien, no se explica mucho acerca del razonamiento matemático, cómo ante una situación se pueden entender las estructuras para llegar a conclusiones. Quizás se hace más hincapié en lo teórico y esto se deja más de lado, y el resultado que tal vez termina teniendo es mostrar el lado no tan bueno de la matemática y hacer que la gente termine menos interesada”.
Ziger, participante también de las Olimpíadas de Informática y estudiante de piano desde hace dos años, completa: “Siempre tuve algún interés por las matemáticas en el colegio, pero el primer momento en el que me empezaron a fascinar fue cuando empecé a participar de las Olimpiadas. Lo que más me gusta de ellas como disciplina es esta idea de tener que entender lo que está pasando en cada problema, y poder pensarlo así para resolverlos. La otra cosa genial es conocer a otra gente que le gusta lo mismo, sobre todo en estos eventos”.