Por otra parte, el polémico líder del movimiento ultraortodoxo sefardí Shas, Arie Deri, fue puesto hoy en libertad tras pasar dos años en la prisión de Ramle después de haber sido condenado por fraude, aceptación de sobornos y malversación de caudal público.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el titular israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliézer, mantuvieron una breve cumbre bilateral en la ciudad costera de Alejandría.
La agenda de la reunión se centró en cómo articular la posible contribución de Egipto y reducir la tensión en los territorios palestinos, en estos momentos reocupados por el Ejército israelí, con la excepción de la ciudad autónoma de Jericó y la franja de Gaza.
Terminado el encuentro, Ben Eliézer anunció que Egipto asumirá un papel de seguimiento y supervisión de un nuevo plan en el que Israel y la Autoridad Nacional Palestina han de cooperar para reducir al mínimo «los niveles de violencia».
El titular de Defensa señaló que la franja de Gaza podría tomarse como proyecto piloto, y que si funciona será aplicado en otras zonas, una vez que tenga lugar la retirada del Ejército.
Precisamente en este sentido, la ANP hizo un llamamiento al Cuarteto –formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas– en la víspera de su cumbre de Nueva York, donde pidió que presionen al Gobierno israelí para que retire sus tropas de las ciudades de Cisjordania, que mantiene reocupadas y bajo toque de queda desde hace tres semanas, cuando comenzó la campaña Vía firme .
Otra cuestión discutida por Mubarak y Ben Eliézer fue el papel que ha de jugar Yasir Arafat ante los futuros contactos diplomáticos. Las posiciones defendidas por ambos divergen diametralmente. Mientras que Ben Eliézer planteó dejar a Arafat en completo fuera de juego, Mubarak argumentó que dicha medida sería contraproducente.
«Dejar fuera a Arafat sería un grave error, del que todos nos arrepentiríamos, dado que tiene experiencia en el cargo, así como la lealtad de los palestinos tanto del interior como del exilio», declaró Mubarak justo antes del encuentro a un diario kuwaití. Esta es la tercera visita a Egipto hecha por dirigentes israelíes durante los últimos días.
Las dos anteriores fueron hechas por el ministro de Transportes, Efraín Sneh, y el presidente de la Knesset (Parlamento), Abraham Burg. El hecho de que todos ellos pertenezcan al Partido Laborista fue interpretado por algunos analistas como signo de la indisposición de Mubarak a verse con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y de su incomodidad frente a los ministros del partido nacionalista Likud.