Itongadol/Agencia AJN.- El secretario de Culto argentino mantuvo una entrevista con la Agencia AJN sobre la situación de las instituciones religiosas durante la crisis generada por el coronavirus. “Tenemos una permanente interacción y comunicación con los líderes religiosos”, afirmó.
Agencia AJN.- El secretario de Culto argentino, Guillermo Oliveri, destacó en diálogo con la Agencia AJN que, durante la pandemia del coronavirus, “la colaboración que están desarrollando la mayoría de los credos en la Argentina es realmente maravillosa”.
Oliveri afirmó que los líderes religiosos “están trabajando en los lugares más difíciles de nuestro país, los lugares más golpeados por la crisis económica, por supuesto por la pandemia, colaborando con Desarrollo Social, poniendo a disposición lugares con camas para enfermos leves”.
Además, pidió que “los líderes religiosos sigan teniendo también a través de las redes sociales su encuentro con su feligresía, que es lo mejor”.
-¿Es difícil ser secretario de Culto de la Argentina en estos tiempos de pandemia?
-La misma responsabilidad que en tiempos normales, pero con algo inédito en el mundo y en Argentina, que es esta pandemia que nos obliga a una cuarentena, a restringirnos a movernos en nuestros hogares y, en el caso de las confesiones religiosas, por supuesto a no realizar actividades con pueblo, con público; que eso también afecta el normal desarrollo como en otros sectores de la sociedad. Después la misma responsabilidad, sin duda alguna, que asumimos una vez que nos dan la responsabilidad de conducir un área tan especial como es la Secretaría.
-¿Cómo analiza la situación de los credos en estos momentos?
-La colaboración que están desarrollando la mayoría de los credos en la Argentina es realmente maravillosa. Están trabajando en los lugares más difíciles de nuestro país. La provincia de Buenos Aires, los lugares más golpeados por la crisis económica, por supuesto por la pandemia, colaborando con Desarrollo Social, poniendo a disposición lugares con camas para enfermos leves para el caso de que haya que utilizarlas, y además con una permanente interacción y comunicación, sin duda producto también de la cuarentena, pero que prácticamente estamos la mayoría de los referentes y líderes religiosos en contacto semanal.
-¿Cuán importante le parece a usted la función de todas las religiones y sus líderes en estos momentos?
-La importancia de la religión tiene que ver con la espiritualidad de un pueblo, en este caso de la Argentina, con sus diferentes, distintas versiones y opiniones. Pero me parece que la mejor ayuda es justamente eso, la que realizan las comunidades aún sin poder volver a los templos, pero que es el apoyo a aquellas personas que realmente lo desean y lo necesitan, y la contención. Así que sin duda es un momento importante para todo nuestro país, pero me parece también que ese ordenamiento y la disciplina que tuvimos y tenemos respecto a esta cuarentena nos va a permitir salir mucho mejor y mucho más rápido. Seguramente vamos a tener que profundizar que es necesario cambiar. Lo necesario que es, digamos, generar otra mirada sobre nosotros mismos, sobre la sociedad y sobre el mundo, muchas cosas no van a ser iguales.
-¿Tiene algún pedido y/o mensaje?
-No. El único pedido es que nosotros estamos para servir, y yo creo que lo mejor que podemos hacer es seguir cuidándonos, mantener el contacto telefónico, por las redes sociales, que los líderes religiosos sigan teniendo también a través de las redes sociales su encuentro con su feligresía, que es lo mejor. Y bueno, pronto, seguramente pronto podremos decir que salimos de esta verdadera catástrofe mundial. Nos toca vivirla a nuestra generación, a los chicos, que la están también, digamos, sufriendo, y los padres que están con los chicos. En fin, a los abuelos desde ya, a todos. No hay clase social que no la atraviese. Y por supuesto me parece que en estos momentos de crisis es donde también los que tienen responsabilidades de liderazgo, y sobre todo en términos religiosos, están a la altura justamente para guiar, que es lo que necesitamos todos.